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Javier Alcántara, costura en el ADN

Javier Alcántara, costura en el ADN

Javier Alcántara lleva toda la vida entre patrones, telas y agujas. Hijo de modista, pasó la mayor parte de su infancia respirando costura, esa que le acompaña en el ADN desde la cuna. Siempre le ha gustado la moda y ya en la adolescencia vestía diferente a sus compañeros de instituto, aunque su timidez le impedía atreverse con todo lo que a él le hubiera gustado. Eso sí, con el paso de los años su personalidad se ha afianzado y atrás quedan esos tiempos en los que la vergüenza le frenaba. “Ahora que tengo una edad me digo a mí mismo que si me quiero poner un florero en la cabeza me lo voy a poner”, confiesa entre risas un Alcántara hecho a base de binomios. Retraído y arrriesgado, clásico pero con toques sofisticados, lo suyo son las mezclas y las combinaciones. Y ahí es donde reside su esencia: esa que lleva tejiendo a lo largo de un cuarto de siglo en su atelier de la calle Juan Díaz. 

El diseñador malagueño Javier Alcántara en su atelier de Alta Costura.

¿Cómo fueron tus comienzos? 

Bueno, primero empecé a estudiar arquitectura, pero al año lo dejé para centrarme en el diseño de moda. Cuando acabé mis estudios, abrí el atelier para dedicarme a lo que siempre me ha gustado, que es la alta costura, los trajes de novia, etc. Así fue como nació hace 25 años Javier Alcántara como firma. 

Echando la vista atrás ahora que celebras tu 25 aniversario, ¿cómo has evolucionado como diseñador en estos años?

He evolucionado manteniendo siempre la constancia y mi búsqueda del perfeccionismo y de querer hacer cada vez las cosas mejor. He sido muy autodidacta, he intentado hacer cosas diferentes, buscar nuevas formas de patronaje, nuevas formas de texturas, nuevas maneras de trabajar los tejidos, etc. Eso me ha ido creando una experiencia y una madurez profesional que me han hecho crecer hasta el día de hoy. 

 

Y la moda y la alta costura, ¿cómo han evolucionado?

Nosotros hemos tenido una época muy buena y luego tuvimos, desafortunadamente, la época de la crisis, que lógicamente a este sector, como a muchos otros, afectó muchísimo. Ahí tuvimos un bache importante. La alta costura es algo de lo que se puede prescindir. No puedes prescindir de comprar alimentos o medicamentos, pero de comprar un buen traje especial hecho para ti sí. Pero bueno, eso pasó y ahora llevamos unos años en los que parece que va otra vez mejorando la situación. Esperemos que el futuro sea ascendente. 

Eres hijo de modista, ¿ya apuntabas maneras?

Efectivamente, mi madre era modista y yo llevo toda mi infancia viendo una máquina de coser abierta, retales en el suelo, patrones, agujas… Me he criado con eso. No he sido el niño que de pequeño cogía un trapito y se ponía a hacer cosas, pero soy muy observador. Yo tenía un aprendizaje interiorizado de lo que he visto a hacer a mi madre durante toda mi vida. Aunque hasta que no empecé a dedicarme a esto no cogí un trozo de tela y me puse a coser, sí que tenía todo el aprendizaje de ver a mi madre. De eso me he dado cuenta después, claro. Yo nunca he tenido miedo a meter unas tijeras o a cortar, porque yo veía cómo mi madre lo hacía y lo tenía dentro. De ahí me viene un poco esa tradición. Además, la moda en sí siempre me ha gustado. Desde pequeño me gustaba llevar cosas un poco más especiales y no vestía como el resto de mis compañeros del instituto. 

¿Siempre has sido rompedor?

Rompedor quizá no es la palabra, porque soy muy tímido y no me he atrevido todo lo que me hubiese gustado, pero desde pequeño y adolescente me gustaba llevar cosas que se saliesen un poco de lo común. 

 

¿Se podría decir que te frenaba tu personalidad?

Me frenaba el hecho de que soy muy tímido y me costaba mucho. Pero ahora que tengo una edad, si me quiero poner un florero en la cabeza me lo voy a poner -ríe-.

¿Te apoyó tu familia cuando decidiste dejar tus estudios de arquitectura y centrarte en la moda?

Bueno, para ellos al principio fue un poco de ‘choque’ porque yo era muy buen estudiante y tenían el empeño de que  estudiase una carrera de este tipo. Pero bueno, al fin y al cabo querían que yo hiciese lo que me gustase y lo que me hiciera feliz. Me hicieron que me lo pensara muy bien, pero lógicamente me apoyaron. Mi madre también me ayudó mucho a la hora de enseñarme cosas de costura. Realmente siempre he tenido el apoyo de mi familia. 

¿En qué estás trabajando ahora?

Ahora estamos empezando el 2020 y se están confeccionando las primeras novias que tenemos para marzo. Estos meses de comienzo de año son meses de recibir a mucha gente para ver vocetos, ideas, etc.

¿En qué te inspiras para tus colecciones?

Siempre intento buscar un nexo de la colección. Hay quien dice que cuento historias con mis colecciones. En cierto modo puede que sea verdad. Siempre hay algo que me inspira. Puede ser un viaje, una cultura, una corriente artística, etc. Siempre hay algo de cuya fuente bebo para crear una determinada colección que tenga ese nexo y cuente esa historia. Por ejemplo, tengo una colección inspirada en Egipto de un viaje que hice, otra inspirada en el art-dècor…

¿Cuál es la más extraña que has hecho hasta ahora?

La más extraña fue ‘Antítesis’. Lo que tú veías por delante del vestido era lo contrario a lo que veías por detrás. Era una colección de contrastes. Además, utilicé una paleta de colores bastante llamativos, que se enlazaban unos con otros y algunos vestido los llevaban mezclados. Lo más radical de la colección era eso, que lo que tú veías por delante era todo lo contrario a lo que veías por atrás. 

 

¿Tuvo buenas críticas?

Sí, la verdad que las colecciones siempre tienen bastante buenas críticas. De una colección a otra siempre intento sorprender de algún modo, aunque sin perder la esencia, que siempre sean Alcántara.

¿Cuál es esa esencia Alcántara?

La esencia Alcántara es que tú coges un traje y lo sacas después de diez años y sigue siendo un traje actual. Para conseguir eso trato siempre de utilizar una base bastante clásica, ya que me gusta mucho la moda de los años 50 y la de los grandes maestros de la moda como Balenciaga, Dior o Ives Saint Laurent. A esa base siempre le intento meter pinceladas a nivel de patronaje, de bordados y toquecitos de tendencias. Esa mezcla entre lo clásico y lo moderno es lo que hace que siempre se mantenga esa esencia Alcántara. Después, otra cosa que dicen que es muy característica mía es la espalda. Me gusta darle importancia y trabajar los escotes en la espalda.

¿Cómo es la mujer que viste de Alcántara?

Es una mujer que tiene una base clásica pero que le gusta llevar algo con un toque de sofisticación. A mí me gusta realzar a la mujer, que se vea favorecida. Una mujer femenina y que dentro de una línea más o menos clásica, le guste una pincelada de sofisticación y sobre una base de elegancia.

¿Cuál es la edad media de tus clientas?

Tengo de todo, a veces he vestido hasta tres o cuatro generaciones. Cuando hago una pasarela y le gusta tanto a las chicas de 17 o 18 años como a las señoras de 60 o 7o es algo que me llama la atención. Lógicamente, según para quien creas te inclinas más para una cosa o la otra, pero que hagas una colección y le guste tanto a varias generaciones, es muy gratificante. 

¿Se ha democratizado la moda con el paso de los años?

Yo creo que sí, que ahora cualquier persona de cualquier silueta puede sentirse identificada con la moda. Es cierto que hay que saber cómo utilizar la moda según tu silueta. Una cosa es lo que presentamos en pasarela y otra cosa es luego vestir a la gente, que lo primero que hay que hacer es estudiar el cuerpo de cada uno para ver lo que le puede sentar mejor.

¿Has rechazado algún encargo por no sentirte identificado en ese estilo?

Sí, a mí si me piden una cosa que yo considero que no le va a sentar bien o que no va con lo que a mí me gusta hacer, lógicamente no lo hago. Pero eso desde siempre. Al final es tu nombre el que está en juego. Puedes aceptar una cosa básica que quede bien y que no destaque, y que a pesar de que no sea un traje que tenga un sello demasiado marcado, sea algo que tú veas. Pero hacer una cosa que no vaya con lo que te gusta hacer o lo que representa la firma, eso no. Porque a fin de cuentas a esa persona le van a preguntar que quién le ha hecho el vestido. No es una buena carta de presentación algo que no va contigo o que sabes que no va a sentar bien. 

 

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Un color que nunca falte en tus colecciones… 

Mi color favorito es el verde. Es muy raro que falte. De alguna manera, casi siempre está en mis colecciones. Pero bueno depende también la paleta de colores que elija. La última colección llevaba muy poquito verde, por ejemplo. 

¿Qué significa para ti la moda?

Para mí la moda es una expresión artística. Yo la considero un arte. Balenciaga decía que aunaba un poco el pintor, el arquitecto, el escultor… Y la verdad es que la moda engloba muchas corrientes artísticas. Cuando hago una colección no la concibo como algo comercial, sino como una manera de expresar lo que yo siento y de transmitir mi inspiración. Al fin y al cabo es cómo yo expreso una cultura, una civilización o un arte a través de la moda. Y cuando hago un traje de novia lo mismo, para mí es esculpir el traje sobre la novia.

Ahora que está tan reciente la celebración de los Goya en Málaga, ¿a qué actriz te hubiera gustado vestir?

A muchas, me hubiera gustado vestir a cualquiera de ellas. Por ejemplo a Belén Cuesta por ser malagueña. Siempre tira mucho que alguien de tu tierra lleve un traje tuyo. O Silvia Abascal también me hubiera gustado mucho, me parece muy dulce y elegante. 

Se ha criticado mucho la falta de moda malagueña en la alfombra roja…

Ha faltado moda malagueña e incluso moda española. Un 70% de los trajes estaban firmados por firmas de fuera. Ya no solo malagueña, ya es que ni siquiera española. Son unos premios al cine español y no se preocupan de vestir moda española. Hay muchos diseñadores muy buenos. Ya no te digo los malagueños que a lo mejor no los conocen, pero a nivel nacional hay potenciales muy buenos. Fueron muy poquitas las que vistieron diseños españoles. Habría que incitar de alguna manera que los estilistas observen más la moda española.

¿Qué crees que hace falta para auspiciar el sector en la ciudad? 

Creo que en Málaga nos falta proyectarnos más a nivel nacional, pero la fórmula exacta no la sé.

¿Cómo defines tu estilo a la hora de vestir?

Javier Alcántara es atrevido, y no me atrevo más porque me cuesta un poco. Pero dada la edad que he cumplido este año, creo que ya me voy a poner lo que me apetezca. Es un poco lo que estoy definiendo en mi manera de crear moda, me pasa igual con mi manera de vestir. Yo utilizo el mestizaje, es decir, me gusta mucho lo clásico pero también llevar algo que dé un toque diferente. Me gusta atreverme con muchas cosas. 

Una prenda que no pueda faltar en tu armario… 

Un blazer. Con un blazer me siento muy agusto y soy muy yo.

¿Un sueño profesional? 

Me encantaría presentar una colección en París dentro de la semana de la Alta Costura. Eso es un sueño que tengo desde que empecé. Siempre que voy me lo imagino. París es la cuna de la moda y de la alta costura y me gustaría ver mis trajes allí en algún momento de mi vida. 

Fotografía: Lorenzo Carnero

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