Málaga está en silencio. Vacía. Málaga se queda en casa. La vida discurre de puertas para dentro. Las 8 de la tarde se ha convertido en la hora en la que todos estamos unidos, en las ventanas, en los balcones. Es la hora en la que se rompe el silencio con un simple objetivo: el de agradecer. Agradecer a todos esos héroes y heroínas que siguen trabajando para frenar el avance de la pandemia. Cada uno con sus armas, cada uno con nuestras herramientas, todos unidos combatimos a este bicho. Aplausos y sirenas, canciones que nos animan a resistir y nos dibujan una sonrisa en la cara y sin embargo, es casi imposible contener las lágrimas. Estamos haciendo historia. Una historia de dolor, de transformación pero también de solidaridad y compromiso.
Las imágenes hablan por sí solas. No necesitan palabras que las acompañen, porque todos podemos sentir que estamos viviendo un momento histórico. Un momento en el que hay que mantener la calma, la serenidad y centrarnos en lo que podemos hacer hoy para que el mañana llegue lleno de esperanza.
Todos somos héroes. Cada uno a su manera. Estas son las imágenes de Málaga capital captadas por el fotógrafo Lorenzo Carnero, que son extensivas a cada uno de los pueblos de la provincia y a todas las personas que están respetando las normas y convirtiéndose en una vacuna contra el coronavirus.
Calles vacías y edificios que se tiñen de verde esperanza
Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y operarios
Personal Sanitario
Ciudadanos que respetan las normas y trabajadores de sectores esenciales
Los que nos quedamos en casa y aplaudimos desde los balcones
Estas son las imágenes que nos recuerdan que todos con nuestra aportación, con nuestro comportamiento, somos héroes. Juntos podemos parar esta pandemia mundial.