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¡Al rico espeto! ¡Espetacular!

¡Al rico espeto! ¡Espetacular!

Espetos de sardinas

Este calor y tú en el trabajo… Ni siquiera pides estar en una playa paradisíaca del Caribe, o nadando en las aguas cristalinas de alguna isla del Mediterráneo, aunque si aparece el genio de la Lámpara de Aladino posiblemente sería uno de tus deseos; el poder teletransportarte a uno de esos lugares mientras alguien hace ese trabajo por ti. Dicen que no hay nada imposible, pero tú y yo sabemos que por el momento es bastante improbable que eso ocurra. Así que tu sueño máximo, tu estado de felicidad más absoluta en este momento, o como lo percibo yo mientras escribo estas líneas, pasa por cerrar los ojos e imaginarte en cualquiera de los maravillosos 326 chiringuitos que tenemos en nuestras playas con una cerveza bien fría o un tinto de verano y un plato de espetos ante ti. 

Y es que el que no se consuela es porque no quiere, y aunque a ti este verano te toque formar parte de esa pequeña parte de españoles que sigue trabajando, aunque sea a medio gas, sabes que al menos tú, al estar en la Costa del Sol, tienes la suerte de cuando llega el fin de semana o al terminar la jornada, puedes escaparte a darte un chapuzón en el mar. 

 

Aunque nos han copiado en otros puntos, el espeto es algo tradicional y original de Málaga. Sólo aquí se consigue ese sabor de las sardinas asadas al espeto. Sardinas además de nuestras lonja, de aguas malagueñas. 

La Diputación provincial, a través de ‘Sabor a Málaga’ ha iniciado una campaña para impulsar la candidatura del espeto como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La campaña en cuestión lleva por título ’Espetacular’. Y es que además del juego de palabras, alguno de los acentos de nuestra región incluso podría pronunciar así el “espectácular” tras llevarse unos espetitos de sardina a la boca. 

Las asociaciones Marbella Activa y La Carta Malacitana impulsan esta iniciativa que ya cuenta con el apoyo del Senado desde el pasado mes de febrero. (¿Os imagináis a los senadores soñando con el verano y con un plato de espetos?) Un mes que contiene la letra R y que según dice la tradición popular en el que supone que no es recomendable consumirlos. Nada más lejos de la realidad ya que se pueden consumir durante todo el año. Lo que sí es real es que por el ciclo de alimentación de las sardinas es entre los meses de mayo y agosto cuando cuando presentan un mayor índice de grasa y esto a su vez provoca que tengan mayor sabor y aroma. Coincide que es cuando su manjar favorito, el plancton, es más abundante en nuestras aguas por el aumento de la temperatura. 

Dani García es un gran defensor de la gastronomía malagueña y del producto local, de hecho ha incluido los espetos como una delicias que se pueden degustar en Lobito de Mar. El chef nos explica la relación entre la grasa de la sardina y el sabor como primer punto para que el espeto esté ‘espetacular’ en paladar, pero además hay que tener en cuenta otros factores que nos releva:

 Foto: Manuel Martos

1.- “Es una cocción que va a la contra de todas las cocciones hechas a la brasa. Si normalmente se hacen de manera horizontal, el espeto se hace de manera vertical y sin tocar. Es una cocción de brasa al aire. Que eso es algo insólito. Por eso el mejor sabor se consigue cuando la cantidad de grasa en la sardina es mayor. Los famosos meses sin R”. 

2.- “Hacerlo en caña como se ha hecho siempre. No me gusta nada el acero, hay que hacerlo en caña”.

3.- “La madera tiene que ser del Olivo. Es una madera excepcional para hacer cualquier tipo de pescado y el aroma que suelta va a ir genial para la sardina”.

4.- “La sardina tiene que tener escamas y hay que saber ensartarla bien”.

5.- “El fuego tiene que soltar masa de temperatura para que se haga lo más rápido posible y se dore bien por fuera”.  

Las indicaciones están muy claras. Pero me van a perdonar ustedes, con el olor que se forma, es mucho más práctico eso de “espetero a tus espetos” y disfrutar de su sabor y sus propiedades nutricionales en el chiringuito de turno, que además es un producto asequible. 

 

Será en otro mes con ‘R’, a finales de Septiembre, cuando se presentará la candidatura ante la Junta de Andalucía, institución competente para estudiarla. En caso de ser aprobada se elevará al Ministerio de Cultura y posteriormente a la UNESCO.

Los impulsores de la candidatura quieren conseguir el mayor número de adhesiones. Para ello se van a repartir hojas de firmas en los chiringuitos del litoral y en las oficinas de turismo. Si la candidatura llega a la UNESCO, el organismo valorará que la comunidad arrope la candidatura y que se desarrollen actividades y acciones para salvaguardar este patrimonio.

Una de las acciones que ya se ha realizado como apoyo a ’Espetacular’ ha sido el Concurso de Espetos Costa del Sol, que celebró su cuarta edición el pasado fin de semana en La Carihuela, Torremolinos y donde se recogieron centenares de firmas de apoyo. Otras acciones desarrolladas son el concurso fotográfico ‘La moraga y el espeto de sardinas’, en el que se puede participar hasta el 20 de agosto a través de la web de Marbella Activa; el folleto divulgativo ‘El espeto de Málaga en 20 respuestas’, o el libro sobre el espeto que se editará próximamente y cuyo autor es el historiador Jesús Moreno, vicepresidente de La Carta Malacitana.

Imagen del concurso celebrado en La Carihuela

 

Hacer espetos es en sí todo un arte, y no cualquiera puede atreverse a hacerlos sin la formación adecuada. Bueno, atreverse puede, distinto es que el resultado sea el deseado. Desde hace años los chiringuitos venían demandando profesional cualificado y por eso desde Diputación se ofrecen cursos formativos en el oficio de espetero. 

Sí a estas alturas sigues soñando con la cervecita y el espeto, si estás con el aire acondicionado o el ventilador y temiendo salir a la calle y cocerte de calor, piensa que ellos, los espetemos también están trabajando, y además al lado de las brasas, para que tú cuando tengas ocasión te hagas una escapada disfrutes de su sabor. Gane o no el título de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en nuestra mente, en nuestro corazón y en nuestro paladar los espetos ya tienen su propio monumento. 

Redacción: Ana Porras Fotografía: Lorenzo Carnero

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