Estás leyendo
Consejos para gestionar el estrés en tu vuelta a la oficina

Consejos para gestionar el estrés en tu vuelta a la oficina

Muchas son las personas que dicen necesitar unas vacaciones después de sus vacaciones…hay casos en los que esto sucede porque llenan con demasiada actividad los días que tienen para descansar, y esto no deja de ser agotador. Ana Isabel Hernández Vázquez, experta en gestión de estrés, da las claves.

Debemos tener en cuenta que el estrés puede llegar a tres niveles…estrés físico, estrés mental y estrés emocional.

Por lo general, suele darse una tormenta perfecta en nuestra vuelta de vacaciones y llevar esa sensación de estrés en los tres niveles diferenciados de manera simultánea.

Solemos sufrir un estrés físico tanto por inactividad como por exceso de la misma…Pasamos de estar descansando o haciendo una actividad física relacionada con el ocio…y al volver a nuestra residencia habitual y a la hora de volver a la oficina esa rutina vacacional cambia de un día para otro.

En paralelo podemos encontrarnos en medio del estrés emocional. Venimos de estar unos días de desconexión con nuestra familia, o amigos, o unas vacaciones con nosotros mismos, y pasamos a tener que dejar de lado repentinamente esas personas que nos han estado rodeando para trabajar a diario con nuestros compañeros de oficina.

Y ya por último, y no menos importante, el estrés mental que supone la vuelta a la rutina normal no solo es la vuelta a la oficina, sino todo lo que conlleva que las vacaciones finalicen…si tienes hijos en edad escolar, debes lidiar con la famosa “vuelta al cole”, con esos días donde hay que seguir conciliando mientras no inicien los días de clase, etc.

Tal y como está demostrado, a nuestra mente por lo general, no le gustan los cambios, y menos si son para recuperar el ritmo del día a día después de haber estado desconectando durante las vacaciones.

Recuerda que la transición puede llevar tiempo, y es perfectamente normal si sientes un poco de nostalgia por tus vacaciones. La clave está en encontrar formas de incorporar las experiencias y el bienestar que obtuviste durante ese tiempo en tu vida diaria con la vuelta a la rutina para encarar la recta final del año de la manera más agradable posible.

A continuación, podemos encontrar algunas estrategias que podrían ayudarte a hacer frente al estrés durante este período de adaptación:

1.- Planifícate y organiza antes de volver al trabajo o a las responsabilidades habituales. Haz una lista de tareas pendientes y organiza tu semana. Tener un plan claro puede reducir la sensación de agobio en esas listas interminables. Es importante que dejes huecos para poder acoplar posibles imprevistos que puedan surgir.

2.- Haz un regreso gradual, siempre que te sea posible. Considera la posibilidad de ir volviendo poco a poco en lugar de enfrentarte a una carga completa de trabajo de inmediato. Comienza con tareas menos intensas y ve aumentando progresivamente la carga.

3.- Mantén recuerdos positivos, conserva recuerdos de tus vacaciones a. Esto te ayudará sin duda a mantener una mentalidad más positiva y recordarte los momentos de descanso. ¡Ojo! Es importante que cada vez que rescates esos recuerdos, conectes con lo positivo de haber podido disfrutar de esos días, ¡en vez de hacerlo desde la nostalgia!

4.- Sé consciente de tus límites y respétalos, una vez que vuelvas a la rutina, es importante establecer límites claros entre el trabajo y el tiempo personal. Esto te ayudará a prevenir el agotamiento y a mantener un equilibrio saludable.

5.- ¡No dejes de moverte! Mantener una rutina de ejercicio físico será una fuente de neurotransmisores positivos que liberarán tensiones físicas, emocionales y mentales…así que recuerda, ¡no dejes de moverte!  ¡Suficiente con 30 minutos de caminata rápida! ¡Plan perfecto para recargar pilas!

6.-Lleva las horas de sueño a rajatabla. Tener una buena disciplina de sueño es esencial para gestionar el estrés. Fija una hora límite para irte a la cama, y si puedes, deja de consumir luz blanca al menos dos horas antes de irte a dormir…la luz blanca, que es la que consumimos a través de dispositivos móviles o televisión, interrumpe la generación de melatonina, tan necesaria para el inicio del ciclo del sueño.

Te puede interesar

7.-Diseña nuevos propósitos para lo que queda de año. Empezar en septiembre aprovechando la energía renovada que obtuviste de las vacaciones tanto personales como profesionales te ayudará a mantener el sentido de propósito y emoción en tu vida cotidiana.

8.-Compártelo en tu círculo familiar o de amigos, si sientes que la situación te supera. A veces, compartir lo que sientes puede aliviar la carga emocional. Es importante que te asegures de que las personas con las que lo compartes ayudan a conectar con la emoción positiva, y no con la nostalgia, porque puede surtir el efecto contrario al que buscamos. ¡Así que rodéate de personas que te eleven el estado de ánimo!

9.- Actúa solo sobre aquello que tengas control. Posiblemente al llegar intentes abarcarlo todo, o te sientas responsable de cosas que han sucedido mientras tú estabas fuera. En este caso debes encarar la situación desde dos perspectivas, en caso de que lo que haya sucedido o haya que modificar dependa de ti, esté bajo tu control…bajo esa premisa, toca arremangarse y afrontar la solución. ¡Pero ojo! Si aquello que no ha salido como se esperaba, no depende directamente de ti, y no puedes hacer nada por cambiarlo, la única opción es la aceptación…por mucho que intentes cambiar la situación, no vas a poder hacerlo porque está fuera de tu control. Tomando consciencia de esto, dejarás de lado resistencias y frustraciones que liberarán el estrés emocional y mental…que a la larga pasa factura en lo físico.

10.- Enseña a tu mente para tener una atención enfocada: A nuestra mente le gusta viajar entre el pasado y el futuro, el presente lo da por hecho y lo pasa por alto, es como si no existiera. Es por eso, que estamos en continuo recuerdo de tiempos pasados o estamos con una sensación de incertidumbre continua, basado en qué pasará en el futuro. Pero si enseñamos a nuestra mente a posarse en el momento presente, toda ese ruido mental y emocional que se produce en nuestros pensamientos, se desvanecen hasta desaparecer. En el momento que conectamos con el presente, empezamos a ser más conscientes de todo lo que verdaderamente merece la pena de nuestra vida. Entrenar la atención para dirigirla de manera voluntaria, va a ayudarte a ser una persona menos reactiva, no solo con lo que pasa a tu alrededor sino con todo aquello que aparezca en tus pensamientos. Séneca decía “el pasado ya no existe, y el futuro es incierto” Así que inicia este nuevo hábito en tu vida, con la guía de una persona que te sepa acompañar en este entrenamiento, o por el contrario puede ser peor el remedio que la enfermedad. Como decía Buda, la felicidad y el sufrimiento residen en la mente humana.

 

Que se acaben las vacaciones no significa que no vayas a volver a ver nunca más a las personas con las que lo compartiste, o que no tengas un poco de tiempo para esa afición que te ayudó a desconectar durante esos días. Así que resérvate tiempo para aplicar las diferentes propuestas que te hago y empezarás a notar cómo la hormona de la felicidad, la serotonina que generan esas propuestas hace que cambies tu manera de aterrizar y sea más llevadero.

 

Ver comentarios (0)

Publicar un comentario

Your email address will not be published.

Ir al principio