Estás leyendo
Rutinas y organización; así afrontan ellas el teletrabajo con hijos en casa

Rutinas y organización; así afrontan ellas el teletrabajo con hijos en casa

Hace un par de días ya os presentaba a un grupo de profesionales a los que la crisis del coronavirus les ha quitado la corbata, los tacones, les ha dejado sin vida social y los ha sentado frente a un ordenador a continuar con su labor diaria mientras ejercen de padre, madre y hacen las labores del hogar. Este bicho invisible, y que está dejando devastación a su paso, nos ha puesto la vida del revés. Necesitaremos que pase el tiempo para que sea la perspectiva la que nos muestra que venía a enseñarnos como sociedad, como seres humanos del Siglo XXI. Cambios, eso es seguro. 

El teletrabajo se ha convertido en un opción para las empresas y en una vía para continuar con la productividad. Otros tienen que seguir saliendo cada día a la calle e incorporarse a sus puestos de trabajo donde ofrecen un servicio, ahora mismo impagable, en el que ponen incluso su vida en riesgo. Por desgracia, son muchos también los que se están quedando sin trabajo, pero conservan la esperanza de que cuando todo esto pase, la actividad vuelva a la normalidad y sus empresas vuelvan a contar con ellos. No son tiempos fáciles para nadie, cada uno con sus problemas. 

Las protagonistas de este reportaje, a pesar de la situación excepcional, se sienten en cierta forma afortunadas, privilegiadas por poder seguir trabajando y, aún encerradas, por poder estar junto a sus familias. Una empresaria que ha tenido que cerrar todos sus negocios en Marbella, Raquel Zamora; la gerente de la asociación de empresarios CIT, cuyos socios se enfrentan en estos días a cientos de problemas y la incertidumbre más absoluta, Begoña Castillo, y la responsable de comunicación de una productora de eventos y conciertos, Laura Ochoa, se enfrentan en estos días al reto de trabajar desde casa teniendo hijos, y al que es el mayor reto para todos, no dejarse llevar por el desánimo. 

 

Raquel Zamora, empresaria

Raquel Zamora es empresaria. En su caso, a la obligación de tener que estar en casa se suma la preocupación de haber tenido que cerrar todos sus negocios y dar respuesta a la situación que estamos viviendo desde un punto de vista económico. Aún así, se muestra optimista y confía en que cuando pase esta crisis recuperemos en el menor tiempo posible la normalidad.

Es propietaria de varias empresas en Marbella, entre las que encontramos tres centros de belleza Milk&Roses, un centro de uñas en Marbella Club, Nail Studio, los dos restaurantes Rachel’s Eco Love, uno en Puente Romano y otro en el Corte Inglés, Lagom caféIce Cream Corner by Rachels Eco Love también en Puente Romano, la guía Chic&co y la agencia de marketing y comunicación Sugar&Butter. 

Comparte cuarentena con sus hijos adolescentes y su marido, y aunque se considera una mujer bastante inquieta, se ha sorprendido a sí misma disfrutando de la parte positiva que tiene este momento, el poder pasar más tiempo en familia. A ellos los considera su empresa más importante. Siempre repite que para que una pareja funcione hay que trabajar la relación a diario y «no hay ningún secreto más que alimentar el amor, respeto y admiración día por día». 

¿Cómo os habéis organizado en la empresa para teletrabajar?

Como sabes, la mayoría de mis empresas pertenecen al sector servicios, cafeterías y centros de belleza que han tenido que cerrar sus puertas, y para los que la opción del teletrabajo no es posible, así que mis empleados están en casa esperando a que pase todo esto para volver a sus puestos, con más alegría y ganas que nunca. Aunque no es una actividad que puedan desarrollar en casa, sí les he pedido que aprovechen el tiempo libre para descansar y coger fuerzas para la temporada de verano, que aquí en Marbella suele ser de mucho trabajo y, en la medida de lo posible, para formarse en algo útil y que les mantenga ocupados, ya sean clases de idiomas online o de cuestiones relacionadas con el puesto de cada uno.  

Organizar el teletrabajo para el personal de la oficina ha sido mucho más fácil. Desde el minuto uno, tuvieron a su disposición sus ordenadores y todo el material que utilizan en el día a día. Estamos conectados a través del correo, del Whatsapp y del teléfono, y el trabajo sale al mismo ritmo que antes. La única diferencia es la no-presencialidad, que ahora no nos vemos las caras, aunque bueno, he de decir que hemos hecho alguna video llamada y eso, de una forma u otra, te aporta cercanía. 

¿Cómo te has organizado tú personalmente para seguir con tu trabajo?

«Estoy acostumbrada a trabajar en cualquier sitio»

Para mí no ha sido complicado. Estoy acostumbrada a trabajar en cualquier sitio, te diría incluso en cualquier lugar del mundo, porque viajo mucho (aunque no siempre son vacaciones) y me basta con una mesa, una silla y mi portátil para organizar mi día a día. En casa también suelo trabajar, tengo mi despacho, pero a veces prefiero instalarme en el salón o en la cocina y así participo de la vida en familia, aunque sea oyéndolos de fondo. 

Estos días mi lugar de confinamiento está siendo el porche. Hace tan buena temperatura en Marbella y estoy tan acostumbrada a empezar la jornada en la terraza de uno de mis restaurantes, que es mi forma de sentir que, aunque todo se pare, la vida sigue, y los proyectos y los planes futuros continúan.

¿En qué consiste tu trabajo en estos días?

Tenemos mucho trabajo aún de organización debido al cierre temporal de algunos de nuestros establecimientos, cancelando servicios que teníamos previstos, posponiendo eventos y formaciones, etc. Y al mismo tiempo, seguimos con la planificación de cara a la temporada de verano. Normalmente en estas fechas todo el equipo se vuelca en los preparativos de los meses fuertes en Marbella, que tienen el pistoletazo de salida en Semana Santa, así que bueno, seguimos en ello, con la esperanza de que muy pronto podamos volver a nuestra actividad habitual. 

¿Sigues alguna rutina diaria para no estar todo el día en pijama o bienvenido sea el poder trabajar con pijama? 

He tenido la tentación de quedarme en pijama”

Te mentiría si te dijera que no he tenido la tentación de quedarme en pijama, pero creo que nos hace falta seguir una rutina, casi la misma que teníamos antes del confinamiento, a nivel psicológico y físico también, levantarnos cada mañana a nuestra hora habitual, ducharnos, vestirnos, aunque optemos por un outfit más cómodo, y desayunar en familia, antes de empezar la jornada de trabajo, te hace sentir una cierta normalidad dentro de la excepcionalidad del momento que estamos viviendo. 

¿Cómo os habéis organizado en casa con los niños?

Ayuda mucho la edad que tienen”

La organización con los niños es muy fácil, tengo unos hijos maravillosos que saben sacar al mal tiempo buena cara y que consiguen arrancarle una sonrisa a una hasta en el peor de los días. Además, son muy responsables, así que tanto ellos como nosotros nos hemos adaptado muy bien a la nueva situación. También ayuda mucho la edad que tienen, prácticamente vuelan solos, no es igual combinar el teletrabajo con niños pequeños en casa que cuando son adolescentes. 

Así que mientras nosotros trabajamos, ellos tienen sus clases online y su tiempo para hacer los deberes. Eso sí, aprovechamos para hacer cosas juntos que, habitualmente, por los horarios y tareas de cada uno, no podemos. Por ejemplo, la hora del almuerzo, cada día uno propone una comida que le gusta y todos ayudamos en la cocina. Después echamos una siestecita, algo que en nuestra vida normal sería prácticamente imposible, y vemos una película juntos, antes de volver al trabajo. 

El resto de nuestra rutina sigue más o menos igual, trabajo/estudios por la mañana y tarde, algo de deporte y cuando terminan las obligaciones, nuestro tiempo libre y de descanso. 

¿Cómo llevas los primeros días de aislamiento?

“Me he tomado el confinamiento en casa con mucho optimismo”

La verdad es que me estoy sorprendiendo a mí misma, yo que no suelo parar quieta en un sitio más de media hora, estoy aprovechando para hacer todas esas cosas pendientes, esas que siempre dejas para cuando tengas un poco más de tiempo y que ahora sirven para llenar los huecos que antes destinabas a pasear, a quedar con amigos o cenar en una terracita de Marbella. 

No sé si tiene algo que ver mi claro convencimiento de que quedarnos en casa es nuestro deber si queremos que esto acabe pronto, si queremos que no haya más víctimas del Covid-19 ni más contagiados, pero lo cierto es que lo llevo mucho mejor de lo que me esperaba. Eso sí, espero que no dure mucho porque, ya te digo, soy muy inquieta y ya mismo estoy deseando cambiar de aires. 

Lo mejor y lo peor del teletrabajo es…

No le encuentro inconvenientes al teletrabajo”

Lo mejor es la conciliación familiar, todos esos momentos que nos regala el día, todas esas oportunidades de intercambiar una mirada o una sonrisa con los que más quieres mientras sigues trabajando. 

No le encuentro inconvenientes al teletrabajo en sí, creo que ciertos puestos de trabajo, como el mío, se pueden realizar desde casa o desde cualquier lugar del mundo, a veces siendo incluso más eficientes que en una oficina.  

¿Cómo te planteas esta situación si se dilata más allá de dos semanas?

No me gusta adelantarme a los acontecimientos, soy más de vivir el presente, aunque tampoco puedo decir que no esté preocupada por la duración del Estado de Alarma y las consecuencias económicas que va a tener para todos, tanto si dura dos semanas como si se prolonga más en el tiempo. Pero soy positiva por naturaleza, todo tiene solución, todo llega a su fin y siempre hay una salida, así que supongo que en este tiempo cada uno de nosotros encontraremos la nuestra. 

Un pensamiento en el que te refugias o que te de ánimos cuando piensas en esta situación. 

Pienso en mi padre, en lo que habría hecho él en esta situación. Siempre ha sido un ejemplo para mi, tanto en lo personal como en lo profesional, y aunque ya no está con nosotros, sigue estando muy presente en mi vida, así que de un modo u otro siento su apoyo en los momentos difíciles y eso me reconforta y me hace sentir que todo va a salir bien. 

 

Begoña Castillo, gerente de CIT Marbella

Begoña Castillo es la gerente de CIT Marbella. Una agrupación empresarial que aúna a casi 500 socios que estos días están viviendo con preocupación e incertidumbre la situación que estamos atravesando. Begoña es madre de tres hijas de 17, 16 y 13 años. Gabriela, Patricia y María continúan con sus clases a través de internet, mientras ella y su marido, Paco, teletrabajan y se adaptan a la situación confiando en que pase lo antes posible.

¿Cómo os habéis organizado en la empresa para teletrabajar?

«Con la salud de las personas no se puede ni se debe jugar»

Desde el martes 17 de marzo, por cierto Santo de una de mis hijas que por supuesto celebraremos en familia, hemos establecido el teletrabajo desde casa.

Lo que ahora toca es tener rigor, coherencia y responsabilidad para, entre todos conseguir que este periodo incierto que hemos comenzado sea lo más breve posible.

Con la salud de las personas no se puede ni se debe jugar, así que no lo dudamos y durante el fin de semana, tras varias conversaciones con presidente y vicepresidentes, y viendo el devenir de los acontecimientos, así lo decidimos. Todo el equipo CIT ha encontrado facilidades en este sentido.

Tengo la suerte de contar con un gran equipo. En la oficina somos 6 personas trabajando y en todos los casos se ha podido establecer el teletrabajo.

El lunes 16 fue el día en que acudimos a la oficina para dejar todo organizado y comunicar a nuestros más de 480 asociados la forma de trabajar que habíamos establecido. Nuestro objetivo es el de continuar atendiendo a nuestros socios a través de canales telemáticos, correo, teléfono… Hemos cancelado, de momento por un periodo mínimo de dos semanas, cualquier evento presencial previsto así como las reuniones presenciales con asociados pero seguimos operativos.

¿Cómo te has organizado tú personalmente para seguir con tu trabajo?

«Las niñas están como si estuvieran en el colegio»

Hemos demonizado mucho en general en esta sociedad sobre las consecuencias del mal uso de las nuevas tecnologías y es ahora cuando entre todos podemos demostrar que en estos momentos de crisis pueden ayudarnos y mucho. A nosotros en CIT Marbella nos han facilitado mucho las cosas en esta situación que nos ha tocado vivir.

En casa, tengo la suerte de contar con ayuda para labores domésticas y además mis hijas son ya mayores con lo que la organización en casa la estamos llevando bastante bien.

Las tres niñas en edad escolar tienen perfectamente planificado desde el viernes pasado con el colegio su horario de clases que es igual al que tenían asistiendo al centro escolar, incluso estableciendo horarios de comida.

Quiero dar las gracias desde aquí al colegio Attendis Las Chapas (Marbella) por este esfuerzo que están realizando y que a las familias nos es de gran ayuda pues en casa, desde por la mañana hasta por la tarde, las niñas están como si estuvieran en el colegio. Además de tener tareas que realizar para el día siguiente.

¿En qué consiste tu trabajo en estos días?

Atención al asociado fundamentalmente así como temas que puedan ir surgiendo día a día. Tenemos bastantes casos de empresas asociadas que están prestando servicio de diferente manera a la habitual y estamos apoyándoles y ayudándoles en la comunicación. En nuestro equipo encontrarán todo el apoyo necesario.

Además, es momento de intentar sacar tiempo para aquellas tareas que, aún siendo necesarias hacer pero no siendo urgentes, las vamos aplazando en el tiempo.

En mi caso dedicaré tiempo a poner al día aquello que había dejado atrás. También a pensar en el futuro… en cómo desde la Asociación de Empresarios y Profesionales de Marbella vamos a ayudar y colaborar a que la salida de esta crisis sea de la mejor manera posible. Es momento de pensar en sumar y aportar y para ello CIT Marbella cuenta con un gran equipo de personas.

¿Sigues alguna rutina diaria para no estar todo el día en pijama, o bienvenido sea el poder trabajar con pijama?

«Tampoco me enfundo los tacones, los rulos y el rímel»

Creo que es importante no dejarse en estos momentos y en casa desde que nos levantamos y nos aseamos, el pijama va a su sitio y vuelve a aparecer a la hora de dormir. Lo tuve claro desde el principio y así lo consensuamos entre todos en casa. Tampoco me enfundo los tacones, los rulos y el rímel. Es cuestión de buscar el equilibrio, pero sobre todo de sentirte bien. Creo que es importante en situaciones como estas seguir manteniendo las rutinas. A mí desde luego me ayudan.

¿Cómo os habéis organizado en casa con los niños?

Lo dejamos claro desde el momento en que nos comunicaron que los centros educativos cerrarían a partir del lunes 16 de marzo: esto NO son vacaciones.

Todos en casa tenemos la obligación de continuar con nuestras rutinas semanales en lo que a trabajo, estudios, hora de levantarse, duchas y aseo diario, comidas así como práctica de ejercicio….

Quien me conozca, y en mi casa me conocen bien, saben que soy muy ordenada y tremendamente organizada con lo que no podía ser menos en esta situación.

Yo ya tengo mi cartel en la nevera con el menú de esta semana de comidas y cenas para no caer en la improvisación.

En ningún momento hemos tenido que salir corriendo a comprar víveres porque no tuviésemos. El viernes pasado organizamos y pensamos lo que íbamos a necesitar y salimos el sábado por la mañana a comprar lo que estrictamente fuese necesario y así lo seguiremos haciendo.

Nos levantamos a las 08:00. A esa hora toca aseo personal, vestirse, desayuno y cada uno a lo suyo. Mis hijas a sus clases en el “colegio virtual” y mi marido y yo a trabajar.

La hora de comida para las niñas la ha establecido el colegio con lo que me facilita mucho las cosas, y lo que suelo hacer es preparar la comida, en la medida de lo posible, la noche anterior.

Por las tardes, y cuando terminan las jornadas de cada uno, aprovechamos para pasar tiempo en familia, juegos, charlas, película en familia…así como a hacer cosas que en casa siempre vamos dejando por falta de tiempo.

¿Cómo llevas los primeros días de aislamiento?

«Echo de menos a los que no tengo cerca»

De momento creo que lo vamos superando con nota. En nuestra familia estamos todos de muy concienciados en lo que a las medidas de aislamiento se refiere, así como de la necesidad de poner cada uno de nuestra parte de cara a que esta situación sea lo más llevadera posible. No puedo quejarme en absoluto, pues de momento van las cosas bien y estamos bien organizados.

Echo de menos a los que no tengo cerca; por ejemplo, mi padre cumplió años el sábado y no pude viajar a Madrid para estar con él. Mis hermanas que sí viven en Madrid tampoco lo acompañaron. Es una pena, pero bueno hubo soplo de velas y aplausos en directo gracias a las nuevas tecnologías.

Lo mejor y lo peor del trabajo es…

«El ser humano se crece en la adversidad»

Creo que lo mejor es que esta crisis nos ha puesto en jaque y ha sacado en la mayoría de los casos lo mejor de cada uno de nosotros. Creo que el ser humano se crece en la adversidad. Nos cuentan hace un mes que vamos a estar así, y todos nos llevaríamos las manos a la cabeza. ¿En casa? ¿Sin salir? ¿Niños sin colegio? Y, como vamos viendo por el devenir de los acontecimientos, somos capaces de adaptarnos. Lo mejor del trabajo tú lo has dicho… Lo mejor es poder tenerlo y mantenerlo. Yo tengo la suerte de poder seguir trabajando desde casa, otros no pueden decir lo mismo. Veo mucho más a mi familia que antes.

«Yo me siento una afortunada»

Lo peor, no sabría decirte. Creo que lo que tenemos que hacer es intentar sacar el lado positivo y las oportunidades que puedan surgir. Para mí, lo peor es ver que esta crisis del Covid-19 se está llevando vidas, que hay personas que no tienen mi suerte, que están solas, que son mayores, que no cuentan con las facilidades con las que yo he contado.

Yo me siento una afortunada y doy gracias todos los días.

¿Cómo te planteas esta situación teniendo en cuenta que esto se va a alargar?

No me lo he planteado; tampoco me planteaba hace 10 días que a día de hoy estuviéramos así. Voy un poco sobre la marcha y en función de cómo va evolucionado esta crisis. Además, situaciones como la que estamos ahora viviendo, nos vuelven a poner de manifiesto que de nada sirve pensar a un mes vista. Hay que prever y organizar, esto está claro, pero la vida nos da un vuelco en el momento menos esperado. Lo que tenemos que aprender es a adaptarnos a cambios, a nuevas situaciones… y que ello nos afecte lo menos posible.

Espero y deseo que dentro de dos semanas esto haya terminado, pero si me pides sinceridad, y viendo cómo evoluciona esta crisis día a día, creo que serán más de dos semanas.

Si tenemos que continuar en casa pues lo haremos e intentaremos hacerlo con la mejor de las sonrisas.

Un pensamiento en el que te refugias o que te de ánimos cuando piensas en esta situación. 

«¡Queda estrictamente prohibido rendirse!»

¡Queda estrictamente prohibido rendirse!; ahora es cuando debemos estar unidos frente a esta batalla que estoy segura vamos a ganar.

Somos un gran país y entre todos saldremos adelante. Situaciones como la que nos toca ahora vivir nos hacen pensar y reflexionar. Creo que el mundo no será lo mismo. El mundo entero está reflexionando. Ahora miramos a nuestros vecinos de otra forma, estamos todos viviendo una “nueva realidad”.

Nos estamos demostrando lo grande que somos y a la vez lo pequeños que somos a la hora de ver el poco control que realmente tenemos de nuestras vidas. Todo puede cambiar en segundos. Y, quizás una de las cosas más importantes es darnos cuenta de lo importante que es AMAR y disfrutar de lo que la vida nos ofrece. Ayer leía una frase en Twitter de Marta Rivera que me pareció muy cierta, acertada y que me puso a pensar: Éramos felices y no lo sabíamos…

«Éramos felices y no lo sabíamos…»

 

Laura Ochoa, responsable de Comunicación

Laura Ochoa es responsable de comunicación de empresa de producción de eventos y conciertos. Aunque ahora mismo no saben sin tendrán que posponer o cancelar parcialmente la programación, en la empresa siguen trabajando todos desde casa confiando en que esto pase lo antes posible y contribuyendo a frenar el contagio. Su pareja es arquitecto y también teletrabaja en estos días. Juntos afrontan la cuarentena junto a Cayetana, su hija de 4 años.

¿Cómo os habéis organizado en la empresa para teletrabajar?

Bastante bien, puesto que mi empresa ya nos permitía utilizar la modalidad de teletrabajo anteriormente, aunque sí que es verdad que, la mayoría de las veces, preferíamos trabajar en las oficinas. Ambas posibilidades tienen sus ventajas e inconvenientes. En este momento, todos nos encontramos trabajando en nuestras casas, lo que sí que hemos tenido que anular son las reuniones presenciales. En el caso de necesitar hacer alguna se realizan por videollamada.

¿Cómo te has organizado tú personalmente para seguir con tu trabajo?

«El nivel de concentración que se consigue es bastante menor»

La verdad que teniendo niños y más, si son pequeños, es más complicado todo. El nivel de concentración que se consigue es bastante menor. Nosotros hacemos con nuestra pequeña diariamente, a primera hora de la mañana, un planning de tareas donde incluimos deberes, manualidades, cocina, series/dibujos, ejercicio, lectura, ducha… Organizamos todo el día e intentamos ir cumpliéndolo; por un lado, para nosotros poder trabajar algo; y por otro, para que ella siga manteniendo sus hábitos y no esté todo el día pegada a la tablet, tele o móvil mientras que nosotros cumplimos con nuestras obligaciones laborales. Hasta ahora, lo estamos cumpliendo casi al 100%. 

¿En qué consiste tu trabajo en estos días?

Pues es similar al de días anteriores a este Estado de Alarma, como dar respuesta a mails nuevos y atrasados, redactar notas de prensa, planificar publicaciones en redes sociales, organizar dossiers, ….

¿Sigues alguna rutina diaria para no estar todo el día en pijama o bienvenido sea el poder trabajar con pijama? 

Con esta situación que tenemos no apetece más que estar 24 horas en pijama, bata y con el moño, aunque la verdad que, para los primeros días vale, te lo permites, pero ya llega un momento que o recuperas tus hábitos diarios: levantarte, ducharte, arreglarte “un poquito”; o estás predestinado a convertirte en bicho bola. Así que hemos decidido que antes de desayunar, cambiamos el pijama por ropa de sport o cómoda para estar en casa.

¿Cómo os habéis organizado en casa con la niña?

Como decía anteriormente, antes de que la situación llegase a este punto, ya nos enviaron varios mails y Whatsapp con propuestas para hacer en este tiempo con los niños en casa. Entre ellas, estaba la de realizar, a primera hora de la mañana, una agenda diaria con nuestros hijos. 

Además, de lunes a viernes tenemos una videoconferencia, a las 9:30 horas, con su tutora para plantearnos los deberes que tiene que hacer cada jornada para que puedan seguir avanzando en sus estudios. De modo que lo más importante lo estamos concentrando los tres en horario de mañana, de 9 a 15:00 horas, aproximadamente; y en las horas de la tarde las dedicamos a hacer manualidades, recetas, o tareas del hogar en las que colaboramos o participamos los tres.

¿Cómo llevas los primeros días de aislamiento?

«He decidido no pensar en lo que nos queda aún»

Siendo sincera, hoy ya mejor que estos días atrás. He decidido no pensar en lo que nos queda aún o nos puede quedar. Cada vez que hacía una cuenta atrás me daba un poco de ansiedad de vernos “sin esa libertad” y estar encerrados. Somos una familia que nos encanta estar en la calle; hacemos muchos planes y actividades al aire libre, en familia y/o con amigos. Nuestra hija tiene solo cuatro años, y por mucho que le expliquemos que no se puede salir, llega el momento que no lo entiende y no quiere estar en casa. Pero se está portando muy bien. Y es que es necesario que seamos conscientes de la importancia de quedarnos en casa. Es por el bien de todos. Son muchas personas las que se la están jugando por nosotros. Seamos responsables, por favor.

Lo mejor y lo peor del teletrabajo es…

Lo mejor, en mi caso, puedo organizarme las horas de mis jornadas en base a las necesidades y demandas de mis tareas; no tengo “tiempos muertos” porque esas esperas de respuestas las dedico a hacer algo en casa u otras cosas pendientes no referentes al trabajo; no tengo que desplazarme en coche, evitando tener que salir a la carretera y ahorrando en gasolina…

Lo peor, no estar en mi ambiente de trabajo el cual me ayuda a conseguir una mayor concentración en este caso concreto (al tener a la niña en casa); no poder estar con mis compañeros, ellos son importantes para compartir tareas o/y dar respuesta en grupo a diferentes cuestiones o proyectos. El tiempo de respuesta a cualquier duda o aprobación a mis cometidos es mayor.

Esto no ha hecho más que empezar, ¿cómo te planteas esta situación si se dilata más allá de dos semanas?

Prefiero no pensarlo, aunque sí que se me pasa por la cabeza, pero creo que poco podemos hacer o avanzar. No tenemos más opciones que quedarnos en casa y esperar a que esto pase.

Un pensamiento en el que te refugias o que te de ánimos cuando piensas en esta situación…

«Es una lección para todos»

Pues que tarde o temprano esto pasará. Es una lección para todos y debemos sacar lo positivo de todo esto. Dar el valor que corresponde a nuestra vida y a la libertad de la que gozamos/disponemos a diario.  La vida, la naturaleza, el planeta… nos ha parado, pensemos por qué. Vamos a un ritmo muy acelerado que no nos deja disfrutar de lo que tenemos, de los más cercanos… Empecemos a dar el valor que corresponde a lo que realmente merece la pena. 

No queda otra más que aceptación y adaptarse a esta nueva situación. Tanto en este reportaje como en el anterior en el que os presentamos a profesionales que continúan estos días trabajando desde casa, hemos comprobado, que tal y como recomiendan los expertos, es esencial la rutina. Marcar horarios y actividades que hacer. La organización es ahora y más que nunca cuestión de salud mental. 

Leer reportaje anterior sobre teletrabajo 

Ver comentarios (0)

Publicar un comentario

Your email address will not be published.

Ir al principio