Lucía Miralles: «Pon el tiempo a tu servicio»

El tiempo. Ese reloj que marca las horas, minutos, segundos, que marca nuestra vida y descuenta lo que nos queda de ella. El tiempo. Ese que percibimos a veces como un tirano y que parece que no pasa cuando queremos que lo haga, y que vuela cuando queremos retenerlo. El tiempo. Algo más de 2 horas y media que dedicamos a dejarnos guiar por Lucía Miralles para ponerlo a nuestro servicio en Profesionalmente. 

 

La terraza del Hotel Molina Lario, The Top, acogió una sesión que por primera vez comenzó a las 12:30 para así poder disfrutar de un aperitivo en Matiz. Un nuevo horario que, además, permitió a las personas de otros puntos de la provincia desplazarse a la capital sin las molestias que puede generar acceder a la ciudad a primera hora. 

Marian Sánchez, Publicista y Relaciones Públicas

Ana Cardiel, Gerente en AMC International Investments

Soledad Cárdenas, Responsable de Comunicación de La Temporal

Mavi Artillo, Directora de La Temporal

Curiosamente, todas las participantes en esta ocasión éramos mujeres, exceptuando a Rafael Bosco, Director Ejecutivo de Grupo Impulsa IEDAD, nuestro fotógrafo, Manuel Martos y Fran Gallardo, becario de YoSoymujer.es . La mayoría de ellas llegaron esperando que Lucía Miralles le diese las claves para convertir las 24 horas del día en 36. Y precisamente ésa fue una de las primeras fantasías que Lucía nos desmontó, explicando que normalmente las expectativas con respecto a la gestión del tiempo son siempre muy altas, queriendo que se produzcan imposibles pero el tiempo es el que es. Distinto es el uso que hagamos de él y cómo distribuyamos nuestras tareas.

Rafael Bosco, Director Ejecutivo de Grupo Impulsa IEDAD

En el centro, Cristina Martín, se encuentra en un paréntesis profesional. Acaba de ser mamá

Raquel Guaita, Directora de la Escuela de Costura CosturModa en Fuengirola

Gloria Arjona, Gerente de IDENTITY-The Image Club. Empresa especializada en maquillaje para eventos

Emilia Navarro, Propietaria en ‘Eventos de Principio a Fin’

Fran Gallardo, Periodista becario en Chispitas Media

 

Lucía Miralles cuenta con una dilatada trayectoria profesional que se ha caracterizado por su labor en la gestión de equipos. Actualmente es directora de Lambda Soluciones de Gestión  y Directora Nacional Influencers Leadership España. Es autora del libro “La fábrica de presentaciones”.

Lucía quiso eliminar esa ilusión de estirar el tiempo, intentó que fuésemos realistas y a la vez prácticos, pero, en contraposición, nos facilitó herramientas durante su exposición para que aprendiésemos a usarlo dando a cada actividad su espacio y que todo quedase equilibrado. 

Presentó el tiempo como sinónimo de “vida”: “Cuando nacemos nos dan una dosis de algo llamado vida. Entre sus características está que sabemos que empieza y acaba, aunque no nos guste hablar de esto, pero acaba, aunque afortunadamente no sabemos cuándo. Las personas a las que le han sacado la tarjeta amarilla, y le han dicho que posiblemente esto se pueda acabar con cierta prontitud, reaccionan y de pronto, encuentran que las cosas son de otra manera y le dan otra entidad y sentido a cómo vivimos esto”.

A la izquierda, Ana Paneque en representación del Hotel, Comercial de Gallery Hotel 

Lucía insistió en que el tiempo no se puede gestionar; por más que queramos no se puede ceder, ni prestar, ni guardar, ni ahorrar, ni transferir, sólo lo podemos percibir. Por ese motivo es mejor ser realistas y ser conscientes de que el tiempo es el que es; lo único que podemos hacer es decidir en qué y cómo lo empleamos. Al igual que todo en esta vida, estará bien o mal empleado según el uso que hagamos. 

Según explicó, el ser humano es el único animal que tiene un concepto de vida global y por eso podemos anclarnos en el pasado o en las expectativas del futuro, e hizo referencia a un diálogo de una escena de Kung Fu Panda: “ El pasado nunca volverá, tiene que servir para aprender. El futuro es un sueño, no existe, porque cuando llegue se llamará “hoy”. El presente es lo único que tenemos, y es un regalo”. “Si de verdad queremos disfrutar de esto, de la vida, del tiempo, tenemos que hacerla presente”, añadió. 

 

Lucía Miralles nos sugirió que dividiésemos los días, semanas, meses, hasta un año, en unidades de vida, para dotar cada una de esas unidades de vida de sentido y de equilibrio: “La clave no es lo que dura cada pedazo de trozo de vida, sino lo que hago con él”. Afirmó que un periodo de un año es el máximo optimizable, y planificar más allá, en la mayoría de los casos, genera frustración por las cambios tan rápidos a los que está sometida nuestra sociedad actual: “Distinto es planificar financieramente la jubilación; en ese caso estamos actuando bien. Pero si planificamos lo que vamos a hacer en julio del año que viene, hay muchas posibilidades de que no se vaya a cumplir y nos genere frustración”. 

A través de gráficos que representaban el ritmo del corazón explicó los diferentes ritmos de vida que podemos llevar y en qué estado vital se traduce cada uno. El ritmo cardiaco sano en su representación en un electrocardiograma es diverso donde hay momentos de más intensidad y de menos, mientras que vidas demasiado planas o demasiado intensas llevan a algo negativo: “ Hay gente que vive la vida permanentemente en altísimas dosis de intensidad emocional, esfuerzo, atención, angustia… Lo asociamos a rapidez, a ritmo, y no tiene que ser físico, puede ser ritmo mental…Podríamos decir que son personas que viven al 200 %. Sólo hay una cosa que se puede hacer de forma saludable al 200 % y es regalar amor. Todo lo demás hay que hacerlo de forma correcta y la forma correcta es de forma diversa”. 

Con esta metáfora de las líneas del electrocardiograma, y sobre el dibujo del corazón sano, explicó que debemos tener:

• Momentos de paz y sosiego.
• Momentos de relaciones sociales, ya que la soledad en términos absolutos es perniciosa para la salud; no es lo mismo estar o sentirse sola que elegir momentos de soledad. Y para establecer y mantener conexiones con otras personas hay que destinar un tiempo de nuestra unidad de vida a ello. 
• Hacer cosas que nos estimulan. Cosas que nos gusta hacer y nos producen emociones positivas. 
• Y realizar los hábitos o rutinas diarias de manera ordenada para no perder el ritmo. 

Cuando para hacerlo todo tenemos que dedicar muchas unidades de vida (tiempo) para recargar las pilas, entramos en un ritmo excesivamente lento. 

De perfil, Estrella Castillo, Propietaria de la Residencia Canina ‘Mi Casa’ del Rincón de la Victoria

 

Explicó entonces la “técnica de las 4 carpetas” con la que nos facilitó una herramienta práctica para equilibrar esas unidades de vida a modo de compartimentos. Explicó cada una de las características de esas carpetas y lo que debemos incluir en cada una de ellas usando multitud de ejemplos. Desde actividades a las que estoy vinculada, en las que de alguna forma tengo que estar presente o pendiente, las que puedo delegar, las que tienen un impacto inmediato, las que además tienen impacto en mi entorno y por tanto me trascienden. Los espacios que hay que dejar para lo más creativo, para lo que nos divierte, aquellas que son compatibles con otras actividades, o los espacios que hay que dejar en la agenda para imprevistos, entre muchas otras actividades que llenan nuestra vida y que ocupan un lugar específico en esas carpetas llenas de unidades de vida. Todo en compartimentos específicos pero interrelacionados entre sí. 

A pesar de que Lucía había advertido que el tiempo no se puede gestionar, sí nos enseñó, en cambio, a gestionar cada uno de esos apartados para que nuestro tiempo sea más productivo sin caer en un estado de agotamiento o ansiedad.

 “Si aprendemos a construir unidades de vida de una forma coherente y sensata, a lo mejor hay una semana en la que prevalece más “lo rojo”, o lo “verde”, pero estará equilibrado. El día en el que solo prevalezca un color, estaréis perdidos”, explicó de nuevo ante los gráficos de los ritmos del corazón.  

Lucía Miralles puso muchísimos ejemplos durante su intervención para que pudiésemos trasladarlo a nuestra vida personal y profesional. 

A la derecha, Ulla Ljungstöm, Propietaria de la Librería Teseo en Fuengirola

 

Tras la sesión, trasladamos el encuentro a Matiz, el restaurante del Hotel Molina Larios, donde pudimos disfrutar de un aperitivo además de un networking más relajado. Algo que disfrutamos mucho. Quizás porque era una forma de combinar trabajo y posibles sinergias empresariales con un trato más humano y cercano, lo que convirtió al evento en una actividad agradable pero fructífera al mismo tiempo. 

Ya en Matiz se incorporó Myriam Ortíz, Directora del Hotel Molina Lario, que siempre que su agenda se lo permite nos acompaña

Maloles Sánchez-Migallón, Key Account Manager Vincci Hoteles 

El contenido de la sesión de Profesionalmente, el entorno o que fuese ya viernes por la tarde, hizo que las participantes tuviesen una dosis extra de creatividad, por lo que surgieron interesantes proyectos para poner en marcha juntas, y, en definitiva, para compartir sus unidades de vida. 

A la derecha, Lorenzo Carnero, Propietario y Fotógrafo de Agencia PuntoPress y Colaborador de Yo Soy Mujer, que no quiso perderse el networking

Esther Molina, CEO y Co-Fundadora de User First y EGA, Executive Global Agency

Sandra Rojo, Propietaria de las Tiendas de Moda Bailly

Estefanía Lara, Directora y Fundadora del Estudio de Diseño Loveratory

 

El aperitivo

 

#Momentos