Se cierra poco a poco un año muy especial para AMUPEMA, el año en el que han cumplido su mayoría de edad. Y si en septiembre se celebraba una gran fiesta con la entrega de premios por sectores empresariales, el Galardón Victoria ponía el broche a un año de conmemoraciones.
En el ‘Salón de los Espejos’ del Ayuntamiento de Málaga se vivió una noche llena de emoción en la que no sólo AMUPEMA, si no las instituciones allí presentes, rendían homenaje a dos mujeres que por sus méritos y logros, por haberse convertido en un referente para otras mujeres son merecedoras del reconocimiento que supone el Galardón Victoria.
En su séptima edición se reconocía a Laura Baena, malagueña creadora del Club de las Malasmadres por su lucha por conseguir de este un país en el que sea más fácil conciliar, en el que no haya que renunciar a ser madre por destacar profesionalmente. Un país en el que las mujeres no tengamos que estar cargando continuamente con la pesada mochila de la culpabilidad.
La distinción honorífica era para Natalia Sánchez, Vicepresidenta Ejecutiva de la CEM, que desde su puesto desempeña una importante labor para visibilizar y dar voz a ese creciente empresariado femenino que cada día destaca más en la sociedad.
Macarena Regueira, presidenta de AMUPEMA, Ana Alonso, presidenta de FAME y Javier González de Lara, presidente de la Cem- Cea y Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, destacaron en sus discursos la importancia de contar con mujeres de referencia, mujeres válidas que destacan por convertirse en la voz y la visibilidad de otras muchas que en silencio, de manera anónima, desde su pequeña parcela trabajan día a día transmitiendo importantes valores para construir una sociedad más equilibrada.
Gonzalez De Lara y Ana Alonso fueron los responsables de entregar la distinción honorífica a Natalia Sánchez que agradecía el reconocimiento y aseguraba que era un acicate para seguir trabajando por las mujeres que apuestan por crear su propia empresa y generar empleo y riqueza.
Macarena Regueira y Francisco de la Torre hacían lo propio con Laura Baena, malagueña afincada en Madrid que tras ser madre descubrió la carrera de obstáculos que aquello suponía en el camino hacia la excelencia profesional.
Laura Baena en un discurso emocionado, en el que en varias ocasiones tuvo que contener las lágrimas, recordó como dejó «su tierra santa” para buscar un brillante futuro profesional en Madrid. Dijo haberse sentido engañada cuando la sociedad le transmitía en su juventud el mensaje de que llegaría donde quisiera llegar y sin embargo la vida le demostró que la maternidad es el verdadero techo de cristal. Que aún en 2016 se sigue viendo como el cuidado de los hijos es algo exclusivo de las mujeres y un impedimento para avanzar. Baena pidió la unión de instituciones, empresariado y ciudadanos en la construcción de una sociedad más justa, más conciliadora y con mayor flexibilidad horaria. Que todos sumemos en esa causa, que seamos equipo. Esto le ha llevado a crear la asociación #YoNoRenuncio que entre otras cosas busca que las niñas de hoy y mujeres del mañana no tengan que sentirse «malamadres” por querer sentirse realizadas profesionalmente. Laura Baena agradeció que este premio se lo diesen en su Málaga natal rodeada de su familia y sus amigas de siempre. Se sintió ‘profeta en su tierra’.
El Galardón Victoria de este año se convierte en una reivindicación, en un clamor del emprender en femenino y en una llamada de atención sobre el alto precio que tenemos que pagar por llegar a cuotas más altas de representación en la sociedad.
