Hasta hace poco más de tres años, Cristina Porta y Tamaña Istambul tenían vidas laborales totalmente distintas. Cristina se dedicaba al comercio internacional y Tamara trabajaba en el sector banca. Ambas eran empleadas de grandes multinacionales y trabajaban por cuenta ajena, pero desde que se conocen -y de eso hace ya unas cuantas primaveras- han tenido un sueño común: emprender un negocio juntas. Querían crear algo que no existiera, algo novedoso y fuera de lo común. Y como buenas amantes del cine, se les encendió la “bombillita” y se les ocurrió la idea de un autocine.
Lo que al principio parecía una locura de dos amigas con ambición, acabó siendo una realidad. Autocine Madrid Race abrió sus puertas en 2017 y después de dos años de duro trabajo y mucho esfuerzo, estas empresarias granadinas han conseguido consolidar el proyecto en la capital. Pero su sed de empresarias no termina aquí y sueñan con expandirse rápidamente por España. Ahora sus miradas están clavadas en Málaga, donde ya están poniendo en marcha los trámites necesarios para la cesión de un terreno cercano a La Térmica.
“Hemos estado cerca de un año gastando suela, pateándonos la ciudad e intentando llegar a acuerdos con diferentes propietarios de parcelas que podrían encajar. Finalmente esta de la Térmica es la única opción adecuada que hemos encontrado hasta ahora. Da la casualidad de que el enclave es perfecto. Ahora bien, estamos encontrando ciertas dificultades a nivel urbanístico que no son muy diferentes de las que encontramos en Madrid, así que somos muy optimistas y pensamos que si en Madrid lo conseguimos, aquí también lo vamos a conseguir”, asegura Cristina con los ojos cargados de ilusión al mirar a Tamara. La complicidad entre ambas se palpa en cada palabra y cada gesto de nuestro encuentro con ellas.
En 2017 decidisteis dejar vuestros trabajos y emprender el proyecto del Autocine en Madrid, ¿cómo surge la idea?
Nosotras somos amigas de hace mucho tiempo. Ambas trabajábamos por cuenta ajena, cada una en una empresa diferente, pero teníamos un sueño en común desde siempre, que era montar algo juntas. Queríamos algo que no se hubiera hecho nunca y que fuera novedoso. Y como las dos somos amantes del cine, se nos ocurrió esta magnífica idea del autocine. Realmente lo que hemos hecho es reinventar un concepto que ya estaba inventado.
¿Fue difícil conseguirlo?
Difícil no, complicadísimo. Pero como nos gusta decir a nosotras, para lo fácil siempre hay cola. La verdad que tardamos tres años desde que escribimos nuestro proyecto en una servilleta hasta que conseguimos abrir lo que hoy en día es Autocine Madrid Race. Tuvimos todas las trabas del mundo, puesto que es un proyecto para el que no existía un epígrafe en las licencias, pero al final después de mucha perseverancia lo hemos conseguido.
¿Hay facilidades en España para emprender un proyecto de este tipo?
Emprender en este país es muy complicado. No sabemos cuánto de difícil es en comparación con otros países porque todavía no hemos salido fuera, pero podemos asegurar que en España no lo ponen muy fácil.
¿Falta cultura del emprendimiento?
Así es. Falta cultura del emprendimiento y faltan facilidades para los empresarios. La burocracia te puede machacar cualquier tipo de idea.
¿Por qué habéis decidido apostar por Málaga?
No ha sido casualidad, ha sido resultado de un estudio muy exhaustivo de mercado. Hemos estado cerca de un año haciendo el estudio, analizando la idiosincrasia y las condiciones económicas y demográficas de la ciudad. Los datos los sabemos todos. Málaga es una de las ciudades con mayor crecimiento empresarial a nivel de España, es una ciudad que está muy a la vanguardia del cine, del ocio, de la cultura y de los museos y creemos que podemos sumar muchísimo en esta ciudad, que está en pleno y absoluto desarrollo.
¿Cómo van los trámites con el Ayuntamiento?
La verdad que hemos encontrado bastante disposición de los políticos de llevar a cabo este proyecto. Por ahora seguimos a la espera de una respuesta oficial y formal, pero nuestras sensaciones son buenas y vamos a seguir por la misma vía y el mismo camino. Estamos cerca de conseguirlo, estamos seguras.
¿Qué tipo de experiencias puede ofrecer el autocine con respecto a las grandes salas?
Nuestros clientes vienen buscando una experiencia nueva, porque el mayor valor añadido que tenemos en nuestro proyecto es que la gran mayoría de nuestros clientes nunca han estado en un autocine. Es una experiencia totalmente nueva, de hecho muchas veces llaman diciendo “¿Pero qué tengo que llevar?” Es una experiencia tanto para gente joven como para gente mayor. Cuando llegas, en taquilla te validan la entrada, los acomodadores te posicionan según la altura de tu vehículo y te sintonizan la emisora (para escuchar la película tienes que sintonizar la emisora desde tu coche). A partir de ahí, esto funciona como un palco privado, la gente se acomoda en el asiento como quiere, el volumen al gusto de cada uno, e incluso te llevamos la cena al coche. Es una experiencia totalmente diferente. Además, a parte de la actividad de autocine en sí, como la parcela es muy grande, lo que hacemos es rentabilizar con eventos, tanto para empresas como conferencias, exhibiciones de productos, eventos familiares, etc.
Y con respecto a la cartelera, ¿es competitiva con los cines tradicionales?
Sí, hacemos una cartelera en la que intentamos combinar principalmente estrenos de primera semana y grandes clásicos, como por ejemplo Grase, que es un caballo ganador porque siempre que la ponemos hacemos “sold out”. La clave está en ir combinando, porque hay público para todo.
Cristina y Tamara saben que su plan de expandir los autocines por España -e incluso por el extranjero- no va a ser fácil, pero como a ellas mismas les gusta decir, “para lo fácil siempre hay cola”. Afrontan esta nueva etapa con ilusión, optimismo y, sobre todo, con muchas ganas. Y seguro que su perseverancia las llevará a donde ellas quieran llegar.
Redacción: Elena Cabeza | Fotografías: Lorenzo Carnero
