La fábrica de Cerveza Victoria nos abría sus puertas para comenzar con el segundo ciclo de ‘Cenas con Chispitas’. Un espacio grande, con un aire industrial que se enfrentaba a un reto: convertirse en un espacio acogedor que envolviese la ponencia y a los comensales. Y así fue, todo se dispuso para que una vez más, se produjese esa magia, para que más allá del entorno se crease esa energía.
Esta cena, que tenía como protagonista a Esther Ráez, hermana de Pablo Ráez, servía también de homenaje al joven que tanto luchó por concienciarnos a todos de la importancia de donar médula, la importancia de no rendirnos a pesar de las circunstancias y de permanecer #SiempreFuerte.
Durante todo el proceso de la enfermedad de su hermano, y de manera posterior, Esther nunca ha querido hablar con los medios. Insistía en que ella no era nadie para hablar, el héroe, el protagonista era Pablo. Y la fuerza de su mensaje, a pesar de que ha pasado un año de su marcha, aún sigue haciendo efecto en la población.
Había intentado entrevistarla con anterioridad, cuando Pablo aún estaba entre nosotros. Quería saber cómo se vive desde dentro el camino con una persona que nos daba lecciones de vida cada día. Entonces me dijo no, pero esta vez, tras tomarse su tiempo para pensar, aceptó.
Afrontó este encuentro como una forma de compartir y de enfrentarse a su dolor junto a un grupo de personas que querían escucharla, que querían estar allí arropándola. Se tomó la cena como parte de su proceso de «curación». Confianza que le agradezco hasta el infinito.
07 de marzo de 2018. Cenas con Chispitas.
Lugar: Fábrica de Cervezas Victoria
Ponente: Esther Ráez
El tema: “Una vida tocada por un héroe”.
Se abría un nuevo ciclo, y además comenzábamos en Málaga. En la ciudad dos espacios totalmente distintos acogerán nuestros encuentros. Por un lado, la Fábrica de Cervezas Victoria. Por otro, restaurante Beluga. Un establecimiento ubicado en la céntrica plaza de las Flores y que destaca por su exquisita oferta culinaria. La expectación estaba servida.
El equipo de Cervezas Victoria, bajo la supervisión de Genoveva Ferragout, optó por un catering externo, en esta ocasión Esca Catering. Se eligió con mimo el menú para que además del espacio y la ponencia, los asistentes disfrutaran de una experiencia gastronómica.
Se delimitó el espacio de la mesa, y Las Flores de Reding fue la empresa encargada de su decoración floral. El espacio invitaba a romper, a innovar, pero sin perder la esencia de los encuentros. Y eso se tradujo en el resultado.
Genoveva Ferragut animó a los asistentes a degustar la cerveza negra de Victoria y les hizo una pequeña visita guiada a los que quisieron conocer mejor la fábrica.
Los invitados
La noche no acompañaba, las nubes presagiaban lluvia de nuevo. Pero las previsiones no frenaron a los 24 asistentes previstos. En esta ocasión superábamos el cupo de 20 personas.
Repetía, habitual en nuestras cenas, el arquitecto Manolo Navarro, que nada más salir la nueva programación se apuntó a la mayoría de los encuentros. Se ha convertido en un habitual de ‘Cenas con Chispitas’, según confiesa está enamorado del formato y le encantan las relaciones que crean entre los asistentes.
Elisa Alameda, directora de eventos de CasaClub Marbella, también quiso repetir en este nuevo espacio, y no vino sola, consiguió implicar a un numeroso grupo de amigas a las que les apetecía compartir la velada. La ponencia de Esther Ráez era una excusa perfecta para verse y romper la rutina de la semana un miércoles.
Y aunque vinieron todas juntas se sentaron de manera dispersa en la mesa. Eso les permitía además conocer a otras personas y relacionarse. Empecemos por presentar a las integrantes de este numeroso grupo en el que todas tenían en común ser amigas de Elisa.
Beatriz Lario es decoradora y tiene una empresa de alquiler de una furgoneta Wolvagen clásica para eventos que se llama Ro and Company. Vino acompañada de su madre, Mª Teresa Larios, que entre bromas, al presentarse dijo: “Entenderéis que a mi edad ya no trabaje. Ahora mismo soy abuela”.
Inmaculada Atencia es abogada, madre de 4 hijos, trabaja en el despacho familiar GVA Gómez-Villares & Atencia y es vicedecana del Colegio de Abogados de Málaga. A Inma la conozco desde hace muchos años, y tuve el placer de entrevistarla recientemente.
Pilar García tras una carrera profesional exitosa, decidió hacer un paréntesis para estar más tiempo con sus hijos. Aún así siempre está pendiente del discurrir de la empresa familiar: Vistalaser oftalmología. Se sentó junto a su amiga Elisa Sáez, directora de una sucursal de Cajamar.
Pilar García
Belén Fernández vino desde Marbella para escuchar a Esther Ráez. Es economista, trabaja en el Ayuntamiento de Marbella y está muy involucrada en las acciones que se llevan a cabo para ayudar a Cáritas en el municipio.
Elisa Jurado es abogada y compañera de Inma Atencia en la junta de gobierno del Colegio de Abogados de Málaga. Había oido hablar de las cenas pero no había podido ir hasta entonces. Se mostró expectante ante lo que Esther tuviese que contarnos.
Cierra el grupo de amigas de Elisa, Eva Ibañez. Eva es propietaria de la empresa Care4UTeeth y se mostró encantada de vivir esta nueva experiencia.
Alejandro Durán, es consultor de Recursos Humanos en Con Talento y está muy bien posicionado profesionalmente a nivel nacional como experto. Alejandro también está implicado con la AECC y lleva a cabo el programa “Porque yo te valgo”, que está orientado a facilitar la incorporación al mercado laboral a personas que han tenido cáncer y a sus familiares.
Asistió junto a Alejandra Pérez, de Alejandra Catering. Alejandra llevaba desde el principio queriendo asistir a uno de los encuentros de ‘Cenas con Chispitas’. Ella colabora con nosotros ofreciendo el brunch de Business&Brunch también en la Fábrica de Cervezas Victoria.
Sandra Junco es wedding planner y asesora de imagen, su empresa se llama “Vistiendo la Vida”. Al igual que Alejandra estaba deseando asistir a alguno de los encuentros y por fin encontró la ocasión.
Arantxa López es directora de AgroMedia y Agro Magazine. Su inquietud personal y espiritual la llevó a apuntarse a este encuentro para empaparse del testimonio de Esther Ráez, lo que le permitía poder acercarse así a la figura de Pablo Raéz. Vino junto a su pareja, Jonás Pascual. Jonás es gerente de cine.
Paloma Gómez, vicepresidenta de la AECC de Fuengirola-Mijas asistió junto a Mónica Caballero, psico-oncóloga en la misma junta comarca que Paloma y coordinadora del voluntariado de la asociación a nivel provincia. Las dos tratan a diario con pacientes y familiares por lo que el testimonio de Esther, que acompañó a su hermano en la enfermedad, les resultaba muy interesante.
Susana Cecilia es una de mis mejores amigas, trabaja en la empresa de iluminaciones Ximenez y estaba deseando escuchar a Esther Ráez y disfrutar de las chispitas de nuestras cenas.
Jesús Hurtado, novio de Esther e informático de sistemas, asistió acompañando a Esther. No quisieron decir nada, pero su padre había fallecido el fin de semana anterior. Jesús ha encontrado un gran apoyo en su pareja, donde ha encontrado un importante pilar para sobrellevar el momento.
Por parte de Cerveza Victoria se sentaron en la mesa varias personas, entre ellas Sergio Ragel, responsable de relaciones externas de la cervecera, el cual compartió que estaba deseando escuchar a Esther. Nos contó la anécdota de que había coincidido con Pablo en una entrega de premios. Pablo en aquella ocasión terminó su agradecimiento deseando a todos los presentes “Feliz Vida”. A Sergio aquello se le quedó grabado, y desde entonces brinda y felicita los cumpleaños con ese deseo.
También por parte de la casa participó Leopoldo Merida, director de Dr. Watson, agencia de cabecera de Cerveza Victoria y amigo personal de Sergio Ragel. Leopoldo agradeció que ‘Cenas con Chispitas’ se estrenase en Málaga en un espacio con el que tiene tanta vinculación.
La responsable, por parte de Cerveza Victoria, de gestionar los detalles del encuentro es Genoveva Ferragut. Genoveva se esmeró al máximo para que todo estuviese perfecto. Es la responsable de comunicación y relaciones externas de la firma. Genoveva recordó que el objetivo de la fábrica es convertirse en un referente social y cultural de la ciudad. Quiso comenzar brindando por Pablo Ráez y su legado.
La ponencia
Había hablado un par de veces antes de esa noche con Esther por teléfono. Tenía claro que había temas que yo no quería tocar porque considero que incumben únicamente a la intimidad de la familia, pero sí había muchas cosas de las que Esther podía hablar sobre su hermano Pablo.
Esther Ráez trabaja en Comunicación y captación de fondos de Cudeca, tiene 36 años, es 15 años mayor que Pablo. Esa diferencia de edad le permitió cambiarle pañales en su infancia y se preocupó porque no bebiese cuando empezaba a salir, ejercía de hermana mayor con todo lo que ello supone. Esther llevó la enfermedad de su hermano pequeño con tristeza, queriendo vivirla en privacidad. La fama de su hermano, la labor que desempeñó, le llena de orgullo, aunque como asegura, hubiese preferido no tener a un hermano famoso y seguir teniéndolo a su lado.
Esther es una mujer espiritual, profunda, de las que busca dotar de sentido a su vida. Ya buscaba antes de perderlo… Ahora abraza a su pena y la acuna y reconoce que aún no es capaz de mirar una foto de su hermano sin llorar. Pablo nos tocó el corazón, pero a su hermana le toco el alma. Echa de menos sus risas, aquellas carcajadas que asegura que no han vuelto, porque Pablo vivió como murió, dándose a los demás.
Pablo se fue un 25 de febrero de hace un año. Se fue rodeado de los que quería. A todos nos dejó su legado, su ejemplo, y este último mensaje que resume su forma de pensar, de vivir y de morir.
“Disfrutemos cada día que es único, de verdad, empiezo a valorar las cosas de una manera increíble y de verdad, que la vida sabe mejor así.
Amad todo lo que forme parte de la vida, disfrutad de todo lo que forme parte de la vida, no os arrepentiréis.
Seguimos en el camino y cargado de fuerza!
Animo a todas las personas que estéis en una dura batalla, animo a todas las familias que estéis pasando una dura batalla, ánimo a los que hayáis perdido a un ser querido, todo pasará y todo llegará.
La muerte forma parte de la vida por lo que no hay que temerla sino amarla”.
Una gran lección de alguien muy joven.
Esther nos conmovió con sus palabras durante toda la exposición y nos dio las gracias a todos por estar esa noche allí acompañándola.
“Cuando mi hermano estaba en la última fase de la enfermedad, estaba ya en casa. En ese momento nosotros no hablábamos directamente con él de la muerte, aunque lo sabíamos. A posteriori, creo que él ya sabía mucho antes que nosotros que él se iba. El hecho de no hablarnos directamente de ello, era una manera de despedirse con elegancia. Los moribundos son personas que han transcendido mucho antes y mucho mas rápido que nosotros. No lo deciden, pero el hecho de enfrentarse a un proceso de muerte, sabiendo que ya no hay nada más, por lo menos conocido, les hace evolucionar y trascienden mucho más rápido que los que estamos bien tanto su pensamiento como su actitud, como su manera de hablar o su manera de estar», comenzó refiriéndose a los últimos momentos de Pablo.
Sobre su último mensaje hizo esta reflexión: “En realidad os hablaba a todos vosotros, nos hablaba a nosotros también, pero nosotros no lo sabíamos en ese momento”.
Y tras eso volvimos al momento en el que Pablo comunica en las redes sociales que tiene leucemia. Una noticia que le pilló por sorpresa y que no se esperaba: “Lo puso en las redes para sus amigos, y creo que todo empezó ahí todo”. Esther aseguró que en esos primeros momentos estaba más pendiente de estar con su hermano en el hospital que de mirar las redes sociales.
En ese momento sus mensajes empiezan a convertirse en virales. Las redes comienzan su campaña de apoyar a Pablo. Mientras la familia lo vive con cierto miedo, especialmente su madre y su hermana. Pablo lo veía como una oportunidad para ayudar mientras ellas temían que lo que le decían le pudiese afectar al estado de salud tan débil que tenía en ese momento: “A mí me daba miedo por que una persona que está muy enferma de cáncer, tiene muchas fases en las que su estado mental con su estado físico está completamente ligado e influye una cosa sobre la otra bidireccionalmente, entonces yo no quería que nada le afectase”.
A pesar de todo lo que consiguió con su campaña en las redes sociales y de todos los mensajes que compartió, Esther insiste en que Pablo era una persona reservada: “ En el momento en el que enfermó, solamente hablaba de su causa, no hablaba de cuando era pequeño, de cuando tuvo una novia, de cuando habló con mi madre… Nada de lo que le ocurriese en su vida cotidiana antes de estar enfermo. Él era una persona reservada, no le gustaban los cotilleos ni le gustaba qué la gente fuese cotilla”.
Mientras el padre de Pablo, es quien está recogiendo los premios que le entregan a título póstumo o continúa la relación con los medios de comunicación, Esther entiende que ella no puede ni debe ser protagonista, por eso su silencio en este tiempo:
“Me han querido entrevistar muchas veces. Soy una persona muy reservada y para mí mi hermano no es el Pablo que vosotros conocéis, para mí es un niño muy pequeño. Para mí hablar de eso es como si estuviese enseñando mi corazón totalmente. Es mío, es íntimo. Lo que ha hecho mi hermano no creo que haga falta empujarlo, porque ya rueda solo y yo no necesito decirle al mundo cómo me siento. Esto es muy diferente porque vosotros habéis elegido venir aquí, pero es diferente a si doy una entrevista en la tele que a cualquiera le puede llegar y ni siquiera está interesado”. “Yo no tengo que hacer nada. Él ha hecho lo que ha querido y ha funcionado muy bien, todo el mundo se ha empapado de esa idea. Yo he tenido la suerte de ser su hermana y conocerlo”.
Esther nos contó como Pablo a los 15 años quiso bautizarse y hacer la comunión. Tenía mucha Fe. Esa religiosidad se transformó con el tiempo en espiritualidad. Algo que han vivido en casa desde siempre gracias a las inquietudes de su madre. Por ese motivo a Esther no le sorprendían los mensajes que Pablo compartía en las redes sociales, estaban muy en línea con lo que habían vivido desde pequeños.
“La intensidad con la que vivió mi hermano… Mirando hacia atrás creo que vivió con tanta intensidad porque tenía muy poco tiempo, y eso no lo sabes conscientemente, pero quién sabe si subconscientemente sí lo sabes. Eso son preguntas que no tienen respuesta, pero vivió con mucha intensidad y realmente, yo creo que disfrutó mucho de su vida. Me quedo con eso. Es verdad que yo no voy a conocer al Pablo adulto, ni a mis sobrinos. Y eso me duele mucho pensarlo, pero él vivió mucho”, nos dijo Esther.
Esther aseguró que tras una pérdida así nada vuelve a ser lo mismo, toca hasta uno de los principales pilares del ser humano como es la familia: “ Es un tsunami que pasa y hay que reconstruir, ya no va a ser igual que antes. Es imposible hacer una réplica exacta de lo que había antes. De hecho dudaría si las cosas se quedan igual que antes ¿Cómo puede ser?¿No ha pasado una muerte por aquí? Es muy raro que las cosas continúen igual. Además cada uno tiene una forma de afrontarlo y de vivir su duelo”.
Para Esther vivir la enfermedad con su hermano la ha resituado en el mundo, le ha dado otras herramientas para continuar: “Mi GPS ha recalculado ruta de una manera brutal y los planes que yo había hecho no son los que estoy viviendo hoy, ni los sentimientos que estoy teniendo son los que yo esperaba tener ,ni veo la vida igual que la veía antes. A todo le doy más valor ahora, incluso a las pequeñas cosas. Como no sé cuál va a ser mi último día me centro más en vivir el aquí y el ahora”.
“A veces me preguntan qué pienso sobre cosas y lo que pienso sobre determinadas cosas, en realidad no es lo importante, es más importante lo que siento sobre las cosas, y eso es gracias a mi hermano”, continuó.
Esther agradeció personalmente la presencia de cada uno de los comensales e insistió que para ella ese “compartir” en un entorno como ese era en cierto modo curativo. Todo el mundo le agradeció su testimonio, que para la mayoría también fue un impulso para centrar la mirada en el aquí y el ahora, para sonreír y disfrutar del momento que estábamos viviendo. Creo que por un momento nos olvidamos de que era miércoles y a la mañana siguiente había que madrugar.
Llovía fuera y también nos daba igual. Estábamos allí viviendo un momento maravilloso, conociendo a personas nuevas, muchas de las cuales también abrieron su corazón durante la cena y compartieron experiencias. Porque la vida es eso, una sucesión de momentos que no vuelven.
Manolo Navarro explicó qué son las Chispitas, ese transmitir alegría y despertar la sonrisa en los demás. Un pequeño gesto puede influir de manera muy positiva en otras personas. Nos reímos, mucho. Brindamos por la vida. Gran experiencia la de este primer encuentro del segundo ciclo de Cenas con Chispitas.
Testimonios
Elisa Alameda: «Como siempre me ha encantado. He disfrutado de la compañía, del ambiente, del contenido, y de la ponente. La sensación que tengo es de una cena entre amigos en las que han surgido muchas chispitas».
Alejandra Pérez: “Me ha parecido íntima y verdadera. En una atmósfera tan íntima que lo que se respira es verdad, lo que se dice es verdad y lo que se siente y se transmite es verdad. Muy auténtica la experiencia”.
Alejandro Durán: “Una experiencia maravillosa, el formato, el espacio, la comida, la ponente… de 10”.
Arantxa López: “Me ha parecido muy enriquecedora y muy del alma, por lo menos esta. Vienes aquí, te abres, es un ambiente muy distendido… Yo venía hoy muy triste por algunas cosas y me voy encantada de la vida”.
Esther Ráez: “Me ha parecido increíble, inesperado, no me imaginaba que sería así. Estoy muy contenta, me siento mejor”.
⭐️Próximo encuentro de Cenas con Chispitas-> 21 de marzo- Restaurante Beluga-Málaga
Agradecimientos
Fábrica de Cervezas Victoria
Fotografía: Manuel Martos
Diseño imagen, web y filmación video: The Branders and Co
Decoración Floral: Las Flores de Reding
Audio ponencia transcripto por Atexto