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Lourdes del Arco y Verónica García

Lourdes del Arco y Verónica García

Lourdes y Verónica , Verónica y Lourdes. El orden en cierto modo da igual porque trabajan mano a mano, a la par, en un sueño común que las une a las dos: LOUVER. Una morena (Lourdes) y una rubia (Veronica) que aparecen siempre con diseños impecables en la pantalla del móvil o la tablet al entrar en su cuenta en Facebook o Instagram. Vestidos, faldas y camisas, pantalones y tocados llenos de feminidad. Dos jóvenes que dejaron de lado el camino que les habían marcado para apostar por lo que realmente les gustaba, dos valientes que entendieron que la vida no era una sucesión de días sin más, y quisieron llenar sus horas de pasión y color.

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Quedamos antes de que abran el showroom. Reciben a las clientes mediante cita previa para poder dedicarse a ellas por entero. En una primera planta de las galerías comerciales San Cristóbal en Marbella nos reciben en un espacio lleno de luz y claridad. No sé dónde mirar. Los percheros atraen mi mirada, los tejidos y la explosión de tonalidades alegres me resultan un imán. Siempre digo que no entiendo de moda, me pasa como con el arte, sé lo que me gusta y lo que no me gusta, y en Louver me gusta todo.

-¿Pero cómo nos has elegido a nosotras para entrevistarnos? Has entrevistado a Sonia Peña o a Sandra Rojo, ¿Por qué a nosotras?

Se sorprenden. Es verdad que ellas son más jóvenes pero son un claro ejemplo de ilusión y de que apostando por uno mismo, con criterio, se puede alcanzar aquello que podía parecer una locura.

Tengo el convencimiento de que cuando uno vibra con fuerzas con algo desde el corazón y pone los medios, el universo o el destino, o como quieras llamarlo te pone las herramientas para que se haga realidad. Pero no te puedes quedar de brazos cruzados esperando.

Lourdes es de Badajoz, viene del sector turístico, trabajaba de directora de recepción en un hotel de Marbella. Verónica es malagueña, estudió derecho y trabajaba en el bufete familiar hasta que se cruzaron sus caminos. Y aunque las dos hacían lo que les tocaba hacer, su corazón les llamaba hacia el mundo de la moda y la imagen personal. Por saber, por probar, se apuntaron al curso de asesoría de imagen y personal shopper de la Cámara de Comercio. Ahí, en ese punto es donde se cruzan sus sueños y comienzan a darle forma a un proyecto que ya cumple tres temporadas en marcha.

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Es curioso hasta qué punto son cómplices. Muchas veces responden lo mismo las dos a la vez.

¿Cómo surge lo de montar Louver?

Lourdes: Pues nos apuntamos a un curso en la Cámara de Comercio de asesoría de imagen y personal shopper. Coincidimos allí, no nos conocíamos de nada, y además estábamos en grupos distintos. Ni habíamos hablado durante el curso.

Verónica: Ella trabajaba de jefa de recepción en un hotel y yo de abogada en el despacho de mi hermano.

Lourdes: Yo estaba súper quemada en el trabajo, eran un montón de horas por los recortes que se habían hecho de personal. Comentando que nos gustaría montar algo surgió lo de hacer algo juntas y pensamos en una franquicia. Y de hecho, estuvimos estudiando una en concreto, nos fuimos a Sevilla a verla. Hasta que después decidimos hacer algo por nosotras mismas. Empezamos a buscar un local, nos pusimos de acuerdo, buscamos un nombre, y aquí estamos.

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Verónica, ¿ por qué dejas el bufete familiar? ¿Cómo se lo toma tu familia?

Fatal. Mi padre pensaba que era tonta, que era bajar de nivel de ejercer de abogada a «vender vestidos” como él decía. Pero a mí el trabajo en el despacho no me hacía feliz. No me gustaba nada. Hubiese preferido estudiar publicidad o diseño, pero en mi casa lo veían como carreras de segunda. Así que no encontraba salida por ningún lado terminé haciendo lo que se suponía que era lo correcto, estudiar derecho. Me apunté al curso de asesoría de imagen por hacer algo que me gustase.



 

¿Y montáis un negocio juntas sin conoceros de nada? ¿No era un poco arriesgado?

Lourdes: La verdad es que sí. Pero, en el curso ya se veía que teníamos las dos el mismo sueño. No solamente queríamos quedarnos  como asesoras o personal shoppers, sino que queríamos tener algo nuestro. Y no sólo montar una tienda, sino hacer nuestros propios diseños. Al final del curso teníamos que presentar un trabajo. Yo estaba fuera de vacaciones y le pedí a Verónica que me pasará unas cosas de las clases y ahí fue cuando empezamos a hablar en serio de que a ninguna de las dos nos gustaba lo que hacíamos. En aquel momento fue fluyendo todo, sin darnos cuenta estábamos buscando locales. Ni nos paramos a pensar que apenas nos conocíamos.

Verónica: Miramos muchos locales. Teníamos muy claro lo que queríamos. Hasta que encontramos este. Comenzamos con un multimarca donde había diseños nuevos y ropa que comprábamos de otras firmas. Pero lo que más se vendía era lo nuestro, así que poco a poco fuimos quitando el resto y nos centramos en nuestras colecciones.

Lourdes: No sé si es porque nos gusta tanto lo nuestro que de alguna forma lo transmitimos y es lo que más demanda ha tenido desde el principio.

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¿Y en qué momento decidís que tenéis que ampliar vuestras colecciones, diseñar más?

Verónica: Empezamos desde el primer minuto diseñando. Aunque tampoco sabíamos mucho de talleres, cómo movernos, por eso también pusimos la multimarca. Esa fase nos sirvió para aprender.

Lourdes: Fuimos moviéndonos, buscando un taller, buscando cortadores, patronistas, fuimos probando. Hicimos nuestros primeros diseños y comprobamos que se vendían, que tenían demanda. En ese momento comenzamos a ampliar la colección y ya tenemos nuestra propia marca que es Louver Marbella. Que es la suma de nuestros nombres, Lourdes y Verónica.

¿Cómo diseñáis? ¿Cada una hace sus diseños?

Contestan al unísono: No. Las dos juntas.

Verónica:  Es que eso es lo bueno que tenemos nosotras, creo yo. Estamos muy sincronizadas. Creo que por eso fluyó todo desde el principio sin conocernos. Tenemos los mismos gustos, las mismas ideas. Si lo pienso en frío, ahora, con el paso del tiempo, me parece más locura emprender con una desconocida que lo que ha sido todo el proceso, que ha sido muy natural. Y te aseguro que ninguna de las dos somos unas alocadas que hacemos las cosas sin pensar.

Lourdes: Coincidimos mucho, tenemos el mismo perfíl, la misma idea sobre la cliente, sobre los tejidos. Coincidimos en todo. Hay veces que hasta venimos a la tienda vestidas prácticamente igual.

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Bueno, y elegís este local que tiene sus ventajas y tiene sus inconvenientes. Está en una primera planta, no a pie de calle. ¿Cómo hacéis para que empiecen a venir las primeras clientas?

Lourdes: Es que queríamos algo así. Nuestro objetivo era que fuese algo con un servicio muy personalizado, donde pudiésemos integrar la asesoría de imagen. Si lo hacemos a pie de calle, es un negocio abierto al público que entra y sale y no se puede asesorar igual a la clienta. Queríamos algo que estuviese a la vista pero no a pie de calle. En cuanto vimos este local supimos que era el sitio. Está en el centro de Marbella, pero nos da juego para trabajar con citas no con la puerta abierta. No somos una tienda al uso. La clienta viene, elige el diseño que más le gusta, pero se lo podemos adaptar a ella. A lo mejor le gusta un modelo pero realmente necesita un poco más de largo de la falda o es sin mangas y quiere ponerle una manga. Los diseños se adaptan a cada una, se personalizan, y eso en una tienda abierta a todo el mundo no se puede hacer.

Verónica: La clienta llega a aquí porque nos conoce a través de las redes sociales. Ya ha visto lo que quiere y viene buscando eso. Te llegan con la foto. Pero aquí se pueden probar, ver todas las opciones del diseño, cambiar los colores, los largos…Lo que tenemos aquí son muestras, y evidentemente les damos nuestra opinión.

Lourdes: Eso es muy importante. Le puede gustar mucho lo que ves en la foto pero a lo mejor no le favorece y le asesoramos de lo que le puede quedar mejor.

Estáis muy centradas en ropa de ceremonia. ¿Cuánto tiempo antes de la fecha del evento hay que venir? 

Lourdes: Si no hay que adaptarlo y lo tenemos en stock no hay problema, en el momento. Pero si quiere algo más personalizado, algo adaptado a su figura unas dos semanas antes es lo ideal. Normalmente lo tenemos entre siete y diez días después de la cita.

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¿Desde qué abrís hasta ahora cuál es el mayor reto al que habéis enfrentado?

Verónica: Yo creo que todo ha sido un reto. Desde elegir este local, buscar la fórmula para que viniesen las clientas y por supuesto, crear nuestra propia marca.

Lourdes: Ninguna de las dos veníamos de la moda, ni de tener tiendas, no teníamos una cartera de clientas a las que llamar. Empezamos poniéndonos nuestra ropa. Yo le hacía fotos a Verónica y ella a mí y las subíamos a Facebook. Y sin darnos cuenta empezamos a ganar seguidores. Las redes sociales las llevamos nosotras y te aseguro que son un trabajo más. Nos permite tener un contacto muy directo con la clienta.

Verónica, ¿recordáis a la primera clienta que entró por la puerta?

Verónica: Sí, Inma, una amiga mía que tenía la graduación de su máster. Me acuerdo hasta de lo que se llevó. Teníamos aquí dos percheros y eligió un diseño nuestro.

¿Cómo han evolucionado diseños? ¿Todo lo que hacéis os gusta a vosotras, os lo pondríais vosotras?

Las dos: Sí.

Verónica:  Eso es súper importante. Además, siempre nos preguntamos, «¿Tú te pondrías esto?». «Yo no». «Pues entonces esto fuera”.

Lourdes: Desde que empezamos tenemos más modelos, más colores, pero seguimos una misma línea. Nos gustan mucho los modelos con un sólo color. Trabajamos mucho también en el dos piezas en los que el protagonista es el contraste de colores. Se ha convertido en parte de nuestra seña de identidad. Pero sobre todo mucho tejido liso, no somos mucho de estampados. En esta última colección hemos introducido algo de brocados, porque se llevan mucho y hemos encontrado unas telas preciosas.

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¿Tenéis algún diseñador de referencia? ¿Seguís mucho las tendencias?

Lourdes: No, un poco hacemos lo que queremos. Nos gusta ver lo que hacen los grandes en la pasarela como Valentino, Oscar de la Renta, lo que nos va gustando de uno o de otro lo vamos adaptando a prendas que se puedan lucir en la calle, nos inspiran. Hablamos con nuestra patronista, nos hace una muestra y a partir de ahí  vamos modificando.

¿Cómo es lo de vender por Internet? Ahí no está ese servicio personalizado de la tienda.

Verónica: No te creas. También se llevan su tiempo aunque no esté el contacto físico. La clienta nos manda la foto de lo que le gusta y nos dice sus medidas. Las comparamos con el patrón y determinamos la talla. Ellas nos hacen la transferencia y se lo mandamos.

Lourdes: Pero también es un servicio muy personalizado. Hay que mandar muchas fotos. Como estamos actualizando la web ven más los modelos a través de las redes sociales. Te piden que les mandes una foto de cómo queda por detrás el vestido, o que le mandes una foto del mismo modelo pero con la falda en otro color para ver cómo queda con uno y con otro. Se lleva su tiempo. Les tienes que dar la misma atención que si estuviesen aquí en la tienda.

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¿ Tenéis clientas en internet que sean muy fieles?

Verónica: Incluso vienen a conocernos. Por ejemplo María de Barcelona, una chica que nos compraba a través de internet y vino a conocernos.

Lourdes: Y el otro día una señora de Madrid, que tiene aquí una casa en Marbella, vino a saludarnos porque nos conocía a través de las redes sociales. O otra señora del País Vasco que en verano vino a la tienda con todas sus amigas. Se crea una relación muy bonita.



 

¿En las fotos que os hacéis son muy importantes los complementos, en qué momento empezáis a introducirlos?

Lourdes: Desde el principio. Son muy importantes para nuestros diseños. Empezamos trabajando con Coquét. Y ahora trabajamos con los tocados de Rubín de Celis. Los cinturones los trabajamos con Fátima Beltrán. Y el resto, de flores y demás, son nuestros, que los adaptamos a la clienta, a los colores que quiere, qué lleva, si quiere un flor, dos flores… Son muy personalizados.

Verónica: Además los sombreros y tocados también los tenemos en alquiler. Una prenda nuestra la puedes usar más veces pero es verdad que a lo mejor un sombrero no te lo vuelves a poner y prefieres alquilarlo. Le damos esa posibilidad a nuestras clientas.

¿Nunca habéis ofrecido el servicio de personal shopper?

Lourdes: Es que no hemos tenido ni tiempo. Cuando empezamos no sabíamos qué iba a pasar con nosotras y sin embargo una cosa ha llevado a la otra y no hemos parado. Este año hemos empezado a distribuir nuestra marca, Louver, en tiendas de  Huesca, Vigo, en Córdoba, en Granada. Estamos ampliando esa línea.

¿Y cómo es eso de lanzarse a la producción un poquito más grande de modelos?

Verónica: Tampoco es algo que ha sido planificado. Las tiendas nos preguntaban si podíamos mandarle nuestros modelos. Ha sido un reto pero con cabeza, poco a poco.

Lourdes: Sabíamos la capacidad que tenía el taller. Para nosotras era todo nuevo. Hemos seleccionado las tiendas que se ajustaban a nuestro estilo y que fueran acordes a nuestra marca. El año que viene ampliaremos, pero no queríamos por atender a las tiendas desatender a nuestras clientas. Así que estamos dado los pasos poco a poco, dándole prioridad al servicio que prestamos aquí. Y si te comprometes con una tienda también le tienes que dar soporte.

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¿Cómo es la clienta Louver? ¿Cómo es la mujer que tenéis en la cabeza a la hora de diseñar?

Verónica: Bueno, realmente el perfil más o menos es como nosotras. Diseñamos y vendemos lo que nos gusta, pero suelen ser mujeres de entre 25 y 50 años, que les gusta ir sencillas, elegantes pero con un toque especial. Muy femeninas. Nos gusta mucho combinar los complementos para darles un toque diferente.

Vuestros diseños son intercambiables en una madre y una hija que tengan la misma talla. Son diseños que no van destinados a una edad concreta…

Verónica: Tenemos muchas clientas así. La madre se compra una cosa, la hija otra y se las intercambian.

Ninguna de las dos tenéis hijos y le dedicáis mucho tiempo a Louver, pero estáis en una edad en la que tampoco pasarán muchos años hasta que queráis ser madres. ¿Habéis pensado en eso? (Sé que es una pregunta que no le haríamos a dos hombres pero forma parte de nuestra realidad, por eso les hago esa pregunta)

Las dos a la vez: Pues sí lo hemos hablado.

Lourdes:  Lo bueno es que somos dos. Se puede organizar, trabajamos con citas. Verónica se encarga más de Málaga, de los talleres, de los tejidos. Y yo estoy más en la tienda.

Verónica: Además queremos ampliar y abrir en Málaga. Es algo que está cerca. Queremos hacer algo como aquí. El mismo concepto. Entonces además tendremos que contratar a alguien, las dos solas no podemos con todo. Así que espero que cuando llegue el momento de afrontar la maternidad ya tengamos un equipo en el que delegar.

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¿Habéis hecho diseños exclusivos para clientas?

Verónica: Adaptar nuestros modelos sí. O por ejemplo hacer una versión de alguno a una chica un poco más gordita y adaptarlo para que le sentase mejor. Eso sí lo hacimos. Pero por ejemplo, una vez nos vino una chica que quería un vestido igual que uno que había llevado Sara Carbonero. Y es verdad que no compensa. Nosotras no somos modistas. No queremos salirnos de lo que es nuestra colección.

Lourdes: Estuvo bien hacerlo para comprobar que no es lo que queremos. Ocupa mucho tiempo. Tenemos una colección amplia, y a lo mejor a mitad de temporada introducimos alguna novedad. Pero estamos centradas en eso. A veces pensamos que tenemos la colección completa pero vemos que a lo mejor podemos hacer otro modelo de camisa para una falda y la hacemos. Eso sí.

¿Echáis en falta la formación en diseño?

Lourdes: No porque tenemos una patronista muy buena que nos capta a la primera, con eso hemos tenido mucha suerte.

Verónica: Además lo básico lo sabemos. Lo suficiente para hacer lo que queremos y tenemos un equipo muy bueno que lo materializa.

Y ahora que os planteáis ampliar las tiendas a las que vais a suministrar, ¿pensáis salir de Málaga para la confección? Hay muchos que se van a Asia.

Lourdes: No. Que va. Fabricación española, que no tiene nada que ver.

Verónica: No. Además, lo hacemos tan personal que el taller tiene que estar en Málaga sí o sí. Aparte que se nota en los tejidos y en las terminaciones, es que ves vestidos que son clones, de hecho a nosotros este año nos han clonado una blusa.

Lourdes: Sí, una blusa, nos la copiaron los chinos. Y era un diseño nuestro. La blusa ha estado por ahí con un tejido que era horrible pero que el modelo era igual. A nosotros nos perjudica porque ponían nuestra foto, en la que salía Verónica con la blusa para anunciarla. La ponían en los perfiles de Facebook de sus tiendas, y después vendían la blusa que no era nuestra blusa si no una imitación de mala calidad.

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¿Os atrevéis a hacerme una guía de la perfecta invitada a una boda?

Verónica: Si es una boda de noche mejor llevar vestido largo, con las líneas muy sencillas,  escote en la espalda o delantero, los dos no. El color es muy importante.

Lourdes: Ni negro, ni blanco. Un color que favorezca. Y los tocados sólo de día.

Verónica: Que no lleven exceso de complementos. Sólo los justos.

Lourdes: Y la elección de los zapatos es muy importante. Nosotras tenemos en el móvil fotos que hemos hecho a zapatos que van con nuestros diseños y orientamos a las clientas sobre cómo deben ser.

Verónica: No tenemos calzado porque tampoco nos lo hemos propuesto y el local tampoco es demasiado grande pero cuando nos preguntan sabemos quién tiene el calzado perfecto para ese modelo que se lleva.



 

La combinación más arriesgada que habéis hecho de colores y con la que habéis acertado…

Lourdes: Amarillo y azul klein.

Verónica: Verde y morado lo usamos mucho.

Lourdes: Y también nos gusta mucho el rojo y el morado.

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¿Os habéis marcado objetivos con Louver en el tiempo?

Verónica: Con tiempos no. Pero queremos seguir creciendo.

Lourdes: Lo primero es abrir Málaga. Ya hemos visto locales. Seguir distribuyendo a tiendas e ir ampliando. El año pasado una empresa de franquicias nos citó en Madrid para que franquiciáramos. Pero la verdad que no nos tiramos a la piscina porque, como no depende sólo de nosotras, sino que depende de un taller, nos va bien, y estamos contentas, pues mejor ir poco a poco. Primero tenemos que afianzar la marca. No queremos que por ir con prisas se hagan las cosas mal. Es un servicio muy personalizado y habría que formar a las personas. Llegará a lo mejor ese momento pero tendrá que ser muy fiel a lo que hacemos ahora a la esencia de Louver.

Verónica: Ya tenemos clientas a las que les llevo la ropa a casa y se prueban allí. Eso supone que confían mucho en nosotras.

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No es que les guste lo que hacen, sino que les apasiona. Cuando ves sus fotos en las redes sociales puedes llegar a creer que pasan mucho tiempo preparándose, maquillándose, poniéndose el sombrero o el tocado. Les pido que alguna de las dos pose con alguno de los modelos. Verónica se esconde tras la cortina y en cinco minutos está lista. Tarda dos minutos más en ajustarse el sombrero. Me quedo impresionada con la velocidad.

Tienen muy claro dónde están, dónde van y qué es lo que quieren. Seguro que llegarán a donde se lo propongan.

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Co-fundadoras en Louver Marbella

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Transcripción de audio a texto realizada por Atexto.com.

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