La crisis sanitaria y el distanciamiento social necesario para evitar el contagio ha afectado al sector de los eventos con la cancelación o el retraso de muchas citas que ya estaban previstas. Sin embargo, parece ser que no debemos perder la esperanza y este verano podremos disfrutar de alguna que otra celebración, aunque con algunas restricciones.
En la Fase 2, según está contemplado en el plan de desescalada del Gobierno, los actos de menos de 50 personas en lugares cerrados tendrán que celebrarse con 1/3 del aforo. Por su parte, los actos al aire libre de menos de 400 personas podrán celebrarse siempre y cuando los asistentes estén sentados y se mantenga la distancia necesaria.
Estas medidas se flexibilizarán en la Fase 3. Los eventos de menos de 80 personas, de hacerse en interior, se celebrarán con un tercio del aforo total del lugar de la celebración. Por otro lado, los actos al aire libre estarán permitidos con un número no superior a 800 personas, siempre y cuando estén sentadas y mantengan la distancia de seguridad.
Aún se desconoce si el Ministerio de Sanidad flexibilizará estas u otras normas y si tiene algún plan establecido para cuando alcancemos la Fase 4 y llegue, con ella, la “nueva normalidad”.
Sin duda, este nuevo escenario plantea un reto para las empresas organizadoras de eventos, que tendrán que ingeniárselas para conseguir que las fiestas luzcan ideales, se ofrezca un servicio de 10 y que, además, cumpla con todas las normas de seguridad.
Detrás de eventos espectaculares se encuentran grandes profesionales que preparan con gran antelación estas celebraciones para que el día en cuestión todo vaya como la seda. La CEO y fundadora de EJ Eventos, Estefanía Martín, explica que “la gente cuando ve el evento montado lo ve fácil, piensan que es llegar montar y listo, nada mas allá de la realidad”.
Parece ser que este verano existirá la posibilidad de celebrar y asistir a eventos, aunque aún está por ver si empresas y particulares se animarán a hacerlo. Lo que es seguro es que las empresas organizadoras tendrán que trabajar a marchas forzadas para conseguir que todo fluya sin perder de vista las restricciones sanitarias.
Aún quedan muchas dudas por despejar sobre este asunto y parece que habrá que esperar un poco más para conocer la nueva realidad a la que se enfrenta el sector de los eventos, en el que se auguran cambios tanto para organizadores como para asistentes.
