Las viviendas influyen en el bienestar de sus habitantes. Y no sólo en su bienestar físico, también en su bienestar emocional. ¿Acaso alguien duda aún de que ambos «bienestares” van siempre de la mano?
El espacio que habitas está conectado contigo y repercute en tu comportamiento. Cuando tu casa te transmite buenas sensaciones te sentirás positivo, alegre, proactivo. Cuando te sientas negativo, enfadado, estresado… ¡Empieza por analizar el entorno en el que vives!
Por este motivo en La Albaida creemos en la Decoración Emocional. Es importante para las personas que habitan una casa que creemos para ellos entornos amables, que envuelvan y consuelen, que sirvan de refugio. La decoración tiene que resolver los problemas prácticos para hacer la vivienda habitable, pero sin olvidarse nunca de las emociones de los que la habitan. Y para nosotros la clave de esta decoración emocional que practicamos reside en la armonía y el equilibrio, que es algo que se percibe, más que verse, cuando se entra en una habitación; es una sensación de unidad, de que cada cosa está en su sitio, que aporta tranquilidad y ese ansiado bienestar.
La experiencia nos dice que las claves básicas para crear atmósferas armoniosas y equilibradas son las siguientes:
La distribución del espacio
Lo primero y primordial es diseñar la mejor distribución posible, aprovechando al máximo las posibilidades de la habitación pero sin sobrecargar el espacio. Cada habitación tiene que tener los muebles justos y relacionados con el tamaño del espacio para conseguir la sensación de armonía. Pocas piezas y bien elegidas. Y que la circulación sea siempre fluida, que no haya barreras…
Elección de las piezas
Es importante conectar con los clientes para que la casa refleje su personalidad y la imagen que quieren dar de sí mismos a los demás. Pero independientemente del estilo que se le vaya a dar al interiorismo (más urbano o más fresco, más contemporáneo o más ecléctico) la armonía tiene que estar presente, y para ello una receta que nunca falla es la utilización de los colores neutros en las piezas más grandes, dándoles vida utilizando diferentes texturas, y aportando toques de contraste con colores más oscuros o más vivos en las piezas secundarias o en una pared concreta…
Una receta que nunca falla es la utilización de los colores neutros en las piezas más grandes
El orden
Muchas veces, cuando desatendemos nuestro cuerpo y dejamos de cuidarnos, solemos hacer lo mismo con nuestra casa, y el desorden empieza a invadir cada rincón. Conforme éste avanza va aumentando nuestro malestar, derivando incluso en una cierta confusión mental. Tómate tu tiempo para analizar cada elemento y deshazte de lo inútil y de todo aquello que no te transmita felicidad. ¡Regala cosas! Lo que para ti es inútil para otra persona puede ser un tesoro. O dale una nueva vida a esa pieza que estás harta de ver cambiándole el acabado y/o la tapicería.
¡Hágase la luz!
La iluminación es clave para crear ambientes envolventes y acogedores. Una mala iluminación puede romper por completo la armonía de un espacio. Opta siempre que puedas por luces indirectas y cálidas. Las lámparas que cuelgan del techo se deben reservar sólo para la mesa de comedor. Y en cuanto a la luz natural, al equipo de La Albaida nos gusta potenciarla con cortinas claras, que tamicen la luz pero no la distorsionen.
Una mala iluminación puede romper por completo la armonía de un espacio. Opta siempre que puedas por luces indirectas y cálidas
Porque realmente decorar podría ser como hacer una receta, en la que vas añadiendo ingredientes para crear un todo final equilibrado en el que cada ingrediente ha participado, tiene su importancia, pero luego desaparece en esa armonía final.
Además, puedes hacer esa receta con ingredientes todos de primerísima calidad y, qué duda cabe, la receta saldrá espectacular. Pero si no tienes tanto presupuesto puedes hacer la misma receta gastando más en algún ingrediente importante y ahorrando en los demás, que siempre que la receta sea buena, el resultado final será estupendo.
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