Poco a poco una parte de la población se está reincorporando a su puesto de trabajo en estos días y ahora hay que recuperar el ritmo. Es normal que al llegar a la oficina la mesa esté tal y como la dejamos aquel 13 de marzo en el que se anunció que España entraba en el estado de alarma. Y también es normal que los que han estado teletrabajando no solo tengan que poner en orden su mesa, sino también las carpetas en el escritorio del ordenador.
Vuelvas a la oficina o sigas trabajando desde casa estos consejos te van a servir para atraer armonía a tu vida.
La famosa gurú del orden Marie Kondo ha publicado hace unas semanas un libro que lleva por título ‘Joy at Work: Organizing Your Professional Life’ en el que explica las pautas necesarias para mejorar la productividad y el entorno laboral basadas en el orden y la claridad en el escritorio, la agenda y, sobre todo, en los pensamientos.
El libro, cuya versión en inglés puede comprarse a través de este enlace, reúne una cuidada y extensa guía con consejos para conseguir que tu rutina laboral sea digna del aprobado de Marie Kondo. Nosotros hemos reunido algunos de estos consejos para que la vuelta al trabajo durante esta desescalada se te haga menos dura, consigas que sea productiva y no te genere estrés.
1.- Ten una visión clara de lo que quieres conseguir
Marie Kondo cree que cuando se ordena, en este caso el entorno laboral, se debe hacer con una visión clara, es decir, con un objetivo. Este objetivo debe servir como motor para mantenerlo todo en orden y ser constante con el método.
En este caso, el objetivo sería ser más productivo y tener una mejor vuelta al trabajo. Una vez establecida esta meta, será mucho más sencillo iniciar el método y adaptarse a las medidas necesarias para mantener el orden.
2.- Mantén el email a raya
Aunque suene obvio, mantener la bandeja de entrada del email libre de elementos innecesarios es indispensable para que el entorno laboral se ordene. Es de hecho, la piedra angular para esto.
Cuantas menos distracciones existan en el email, mejor será la visión conjunta de las tareas
En la mayoría de los trabajos de oficina, el email es la herramienta de comunicación principal mediante la que se organizan reuniones, acuerdos con clientes y otras muchas gestiones que luego ocuparán hueco en la agenda y horas del día.
Por eso, cuantas menos distracciones existan en la bandeja de entrada, mejor será la visión conjunta de todas las tareas que se reúnen en los correos electrónicos. Dedica un momento del día a seleccionar los emails necesarios y elimina los demás, de lo contrario, cuando quieras darte cuenta, tendrás más de cien emails que no te servirán absolutamente de nada.
3.- Reuniones, las necesarias
Si algo ha demostrado el teletrabajo es que las reuniones presenciales no son tan necesarias como algunos creen. A veces, una simple llamada o email es lo que se necesita para que todo fluya.
Por eso, elimina de tu agenda todas aquellas reuniones que no sean absolutamente necesarias y encuentra una manera más rápida y efectiva de comunicar y poner en común lo que se habría hablado en ellas.
Al final de la semana, habrás ahorrado una gran cantidad de tiempo que habrás podido aprovechar para sacar trabajo adelante.
4.- ¡Fuera papeles innecesarios!
La pauta es clara: si no te sirve, a la basura. Todos esos papeles repartidos en un caótico orden por el escritorio no ayudan a centrar los pensamientos y hacen el entorno de trabajo menos acogedor y más estresante. Selecciónalos, míralos y ordénalos; los que no sirvan de nada encontrarán su sitio perfecto en el cubo de la basura. Si este cubo es el del reciclar de papel, ¡mejor que mejor!
5.- Todo visible
Lo fundamental de una zona de trabajo es que sea útil, sencilla y manejable. Por eso, Marie Kondo propone que todo lo que se use a diario esté a la vista, no en cajones o estuches. De esta manera, te ahorras tener que destinar más tiempo y esfuerzo en acceder a aquello a lo que le das uso cada día, lo que al final hace que no lo guardes y se quede dando vueltas de un lado a otro. Darle un sitio fijo en la mesa, donde siempre puedas verlo, es una buena opción para evitar lo anterior.
6.- Separar por categorías
Al igual que el método de Marie Kondo fue revolucionario porque en las casas ordenaba por categoría y no por habitación, ella propone que se haga lo mismo en el trabajo. Tanto en el entorno real como en el virtual, los archivos y carpetas pueden ordenarse de esta manera, para que siempre sepas donde tienes que ir a buscar para encontrar aquello que quieres, lo que supondría un ahorro de tiempo.
7.- Encuentra soluciones concretas
Para cada reto que te surja en el trabajo existe una solución concreta. Por ello, debes trabajar en encontrarla y llevarla a cabo, sin dejarte a ti mismo divagar por el abanico amplio de opciones y escenarios que se podrían dar. Cuanto más concreta sea la respuesta, más rápido podrás llevarla a cabo y mayor el tiempo que ahorrarás en darle solución a ese problema para poder tacharlo de la agenda.
8.- Enfócate en lo que sí funciona
Cada persona es un mundo y no siempre funcionan las mismas cosas para todos. Quizás algunos encuentran más dificultad para llevar estas indicaciones a cabo, por ejemplo, o sí que consideran que las reuniones cara a cara son importantes en cualquier situación. Por eso, se debe explorar qué funciona para cada uno y centrarse en eso. Una vez que se controle las pautas que mejor funcionen, se podrán ir desarrollando aquellas que cuesten más.
9.- No ordenes poco a poco
El método establece que ir ordenando poco a poco no es lo más recomendable, sino que se debe hacer de principio a fin de una vez. Si no se hace de este modo, puedes caer en la tentación de postergar una y otra vez darle orden a tu entorno laboral y, en su lugar, ir poniendo pequeños parches de orden, lo que solo consigue entretenerte más y te hace perder más tiempo.
Además, al ordenar, el espacio debe contemplarse como un todo en el que cada elemento influye sobre el otro y la unión del conjunto crea una armonía única. Si se va arreglando por zonas, todo esto se pierde.
10.- Da las gracias
Marie Kondo considera que tener compañeros de trabajo es algo ineludible y es parte del proceso de aprendizaje en el entorno laboral. Cree que la armonía con ellos es muy importante y propone darle las gracias a los compañeros por su trabajo cada día. Si aplicamos la empatía, nunca está de más que alguien te de las gracias por tu trabajo, ¿no? Pues es el momento de tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran.