Esta mañana el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha recibido el alta médica tras haber sido intervenido en el hospital CHIP, donde fue ingresado por un hematoma subdural crónico el pasado 11 de Abril.
En su momento se informó de que el pronóstico era favorable aunque necesitaba de intervención quirúrgica, la cual fue realizada con éxito por el Servicio de Neurocirugía del Hospital Regional de Málaga, que ahora está destinado en el Hospital CHIP debido a la crisis sanitaria derivada del coronavirus.
En este tiempo han sido muchas las muestras de cariño expresadas por la ciudadanía, por sus compañeros y hasta por sus contrincantes políticos. Y es que si hay algo que ha demostrado Paco de la Torre estos años, es que cuenta con el cariño de todos, aunque políticamente se sea de un partido u otro.
Desde ayer Francisco de la Torre se encontraba en planta y a partir de hoy continuará su recuperación en casa. Según el doctor Miguel Ángel Arráez, jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Regional de Málaga “ante la evolución clínica muy favorable, tanto general como neurológicamente, y la ausencia de complicaciones, hemos decidido darle el alta a domicilio”.
El alcalde, siguiendo las recomendaciones médicas, pasará 10 días de reposo en casa, tras los cuales pasará una revisión clínica, aunque su recuperación total requerirá de un mínimo de cuatro semanas.
El alcalde ha querido trasladar un “enorme agradecimiento al equipo de Neurocirugía del Hospital Regional de Málaga que le ha atendido, empezando por el doctor Arráez, así como a los profesionales de CHIP, todos ellos: médicos, enfermeros, auxiliares…”. Además, De la Torre agradece también “a todas aquellas personas que han enviado mensajes de apoyo durante estos tres días a través de las redes sociales, así como por teléfono, carta y hasta telegrama. Muchísimas gracias”.
Desde aquí queremos mandar un mensaje de apoyo al alcalde para que su recuperación sea rápida y sin problemas, para que pueda volver a su puesto cuando sea posible pero con más fuerza que nunca.
Fotografía: Lorenzo Carnero