Dejamos atrás la segunda semana en la fase 0 de la desescalada en Málaga, esa en la que ya nos veíamos en las terrazas de los bares y avanzando hacia la nueva normalidad y en la que tuvimos que quedarnos como estábamos. Si al principio fue un varapalo para esos sectores que estaban preparados para abrir, e incluso lo habían anunciado en redes sociales, como bares y restaurantes, enseguida nos resignamos a la situación. Si hay algo que estamos aprendiendo con todo esto es a aceptar lo que nos llega y que no podemos cambiar; aceptación, resignación, e intentar seguir avanzando para acercarnos a esa nueva normalidad en la que entraremos a partir de la Fase 1.
Nos inspiramos para poner palabras a esta semana en las fotografías que ha captado día a día Lorenzo Carnero en esta segunda semana de Fase 0 de la desescalada en Málaga.
Mayores respetando horarios y con mascarillas
Toda la vida luchando por sacar a sus familias y el país adelante y ahora, aún sabiéndose las principales víctimas de esta pandemia, no renuncian a seguir viviendo, a seguir paseando y disfrutando de la ciudad en unas calles casi vacías a la horas permitidas para ellos.
Vuelta al trabajo
En esta Fase 0 de la desescalada han sido muchos los que se han reincorporado al trabajo en diferentes sectores. Con miedo y preocupación por no contagiarse, porque el virus no se ha ido, pero hay que seguir poniendo un plato de comida en la mesa. Algunos de los que se han reincorporado tras estar estos dos meses en un ERTE, cobrarán antes su sueldo que lo que ya le tenía que haber pagado el Estado.
Os mostramos diferentes sectores y diferentes formas de afrontar este momento.
La vuelta de las obras a las calles. Con la llegada de la Fase 0, hace dos semanas, se reactivaron las obras públicas. Un trabajo en el que se hace complicado mantener los dos metros de la distancia de seguridad.
Bares y restaurantes se apuntan al servicio a domicilio o al take away. Confiaban en montar las terrazas esta semana, y al no ser así, se adaptaron a lo que se les permitía para poder ingresar algo en la caja.
Si una de las cosas más bonitas de comprar un libro en papel, es disfrutar de pasar tiempo paseando y recorriendo las estanterías de las librerías, tras pedirlos por internet durante la cuarentena, la fase 0 ha permitido recogerlos en estos establecimientos. A puerta cerrada y con un mostrador improvisado en la puerta, esta semana han abierto muchos de ellos también bajo cita previa.
Con cita previa
Con cita previa han vuelto a la actividad los pequeños comercios y otros negocios que tenían las vistas puestas en abrir esta semana aunque fuese con el 30% del aforo. Empresarios y autónomos han adaptado sus espacios para recibir al público con las mejores medidas de seguridad para todos.
Si durante el confinamiento las clínicas dentales han mantenido un servicio mínimo de urgencias, ahora toca ir retomando todos aquellos tratamientos que quedaron pendientes. Es el caso de Gross Dentistas que desde el lunes incorporaron a todo el personal. Muelas picadas, ortodoncias sin revisar durante dos meses, endodoncias que quedaron en el aire…Poco a poco han ido volviendo los pacientes siempre ante estrictas medidas de higiene y prevención.
Pasa como con los libros, que comprar por internet está bien, de hecho la venta online ha crecido un 80%, pero nada es comparable con la experiencia de irse de tiendas y ver los cortes y tejidos de cerca… Las pequeñas tiendas de moda han vuelto a abrir , aunque previa concertación de cita. Quizá no era lo ideal, pero la mayoría de estos negocios están regentados por pequeños autónomos y empresarios que han seguido soportando en estos meses importantes gastos fijos como los de el alquiler, además del compromiso de pagar a proveedores las colecciones que quedaban esperando en la tienda… A partir de la fase 1 no será necesario llamar antes de ir.
Otros muchos, aunque a puerta cerrada y con cita previa, han vuelto a atender a sus clientes de manera presencial. Es el caso de arquitectos, abogados, notarias y estudios de interiorismo, como La Albaida. Si en este tiempo han teletrabajado, ahora compañeros y clientes pueden verse sin una pantalla de por medio, aunque sí con mascarilla.
Y por supuesto, hemos colapsado desde la primera semana de la fase 0 los teléfonos de peluquerías y centros de estética que se han tenido que organizar para dar respuesta a las necesidades de todos sus clientes.
Puesta a punto
Bares y restaurantes se quedaron con las ganas de pasar a la Fase 1, abrir sus negocios y montar las terrazas. Y aunque los pequeños chaparrones de estos días no se lo han puesto fácil para ultimar los detalles para abrir, la necesidad y la ilusión por volver a prestar servicio han sido mayores. Muchos han aprovechado la semana para preparar sus negocios para comenzar la nueva fase. Una mirada puesta en las nubes, la otra en la caja y rondando en el aire la duda de si Sanidad nos dejaría pasar de fase. Esto último ya está confirmado.
En este bar de Torremolinos se preparan ya para la llegada de la Fase 2 en la que podrán abrir el interior de los locales. Quieren ser optimistas y sus propietarios brindan confiando en que todo saldrá bien.
Más trabajo que nunca
Y si este periodo ha dejado a la mayoría en la más completa inactividad otros han trabajado más que nunca. Muchos por las características de su profesión y otros porque han sabido transformar la crisis en oportunidad.
El crecimiento de las ventas por internet ha supuesto que empresas de mensajería hayan estado por encima de su capacidad. Si Correos mandó a parte de su plantilla a un ERTE, en los últimos días se han ido reincorporando a su trabajo y con un gran volumen de paquetes por entregar. Las empresas privadas de mensajería no han parado.
Las plataformas de envíos a domicilio, si antes tenían que convencer a los restaurantes de la importancia de ofrecer este servicio, estas semanas han comprobado como sin esfuerzo llegaban nuevos clientes. El servicio a domicilio era la única forma de seguir activos. Algunos incluso se han lanzado con su propio personal a servir personalmente los productos que antes ofrecían en sus negocios. Si Mahoma no va a la montaña…
Las empresas que dedicaban una pequeña parte de su producción a fabricar mamparas, ahora han tenido que contratar a más personal y ampliar los turnos. Muchas de esas empresas han destinado estos días toda su producción a ello.
La visión empresarial de Juan Arrabal, dueño de una constructora y Manuel López, propietario de un hotel, les llevó en pocos días a montar una empresa que diese respuesta a la alta demanda de material de protección para sanitarios y sectores que se reincorporan a la actividad. Ni cortos ni perezosos han creado Texmasa, una empresa textil que han comenzado desde cero y en la que emplean a más de 30 personas que estaban pasando por una situación económica cada vez más complicada. Ahora el trabajo es incesante y los pedidos no dejan de llegar.
Solidaridad a raudales
No siempre es posible en estas circunstancias crear puestos de trabajo, por lo que siguen siendo más que necesarias las muestras de solidaridad. Multitud de familias que vivían al día se han encontrado sin ahorros, sin trabajo y sin un euro que ingresar. La sociedad ha demostrado en esta crisis del Coronavirus que es muy solidaria. Tanto que no han parado de crecer las iniciativas para ayudar a los demás en estas semanas.
Un ejemplo de ello, y os hemos mostrado muchos en estos dos meses, es el de las cofradías, que han arrimado el hombro para llevar un trono de esperanza a cada hogar donde comenzaba a llegar el hambre.
Empresas de limpieza que se han ofrecido desinteresadamente a desinfectar espacios a los que pronto nos reincorporaremos. Es el caso de Fearral y el trabajo que han realizado en esta semana en algunas iglesias.
Personas necesarias
En esta crisis hemos descubierto que aunque nadie es imprescindible, todos somos necesarios. Profesionales sanitarios, farmacéuticos, fuerzas de seguridad, bomberos, servicios de limpieza, farmacéuticos, reponedores, ganaderos, transportistas, agricultores y personal de negocios de alimentación han demostrado que son más que necesarios. Por todos ellos que se la han jugado estando en primera línea en los momentos más duros y que siguen estando, y por todos, debemos afrontar la fase 1 desde la responsabilidad.
Para los que hemos crecido y vivido con todas las garantías y comodidades del Estado de Bienestar esto puede estar siendo muy duro, otros que saben lo que es pasarlo realmente mal, nos dan una lección sin perder la sonrisa que se intuye en su mirada.
Fotografía: Lorenzo Carnero