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Así acaba con la soledad de los mayores la Fundación Harena

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Así acaba con la soledad de los mayores la Fundación Harena

La cuarentena no nos ha afectado a todos de la misma manera. El de los mayores es uno de los colectivos más afectados, no solo porque son más propensos a la infección sino porque la situación de encierro ha dejado a muchos solos y aislados. Afortunadamente para ellos, existe un movimiento por el que voluntarios se ofrecen a hacerles un acompañamiento telefónico, casi siempre a diario, para que el confinamiento se les haga más llevadero.

La Fundación Harena trabaja, entre otras cosas, para reducir la soledad de este sector de la población y, ahora, ha adaptado sus programas habituales para ofrecer compañía, aunque sea a distancia, a los mayores. La directora gerente de la fundación, Angélica Moreno, nos cuenta como están desarrollando su labor de apoyo a los mayores.

Angélica Moreno

Para muchos mayores, en estos momentos, la única compañía son la televisión y la radio. Algunos además tienen impedimentos físicos o psicológicos que, en ocasiones, agravan la situación en la que se encuentran.

 

La Fundación Harena lleva desarrollando desde hace doce años un programa de acompañamiento, llamado ‘Soledad 0 – Vida 10’, para que las personas en este rango de edad no se sientan solos gracias acompañamiento domiciliario, en residencias e, incluso, en hospitales.

Teléfono de la Fundación Harena: 951 777 001

En el caso del acompañamiento en casa, cuando estaba permitido pisar las calles y tener un contacto físico cercano, los voluntarios de la fundación visitaban los domicilios de los mayores dos horas a la semana y los apoyaban en lo que ellos quisieran: salir, permanecer en casa, escucharlos…

También, en el marco del programa ‘Soledad 0 – Vida 10’, que es el que vertebra todas estas acciones­ contra la soledad, organizaban mensualmente actividades, comidas y salidas culturales con grupos grandes de mayores.

Los voluntarios y mayores durante una salida en grupo antes del confinamiento

 

Las cosas han cambiado mucho en muy poco tiempo y desde la fundación han hecho un esfuerzo para adaptar todos estos programas clásicos a la situación actual. Por este motivo han pasado a reforzar el acompañamiento telefónico y a facilitarles las compras de medicinas y alimentos.

793 mayores se están beneficiando del acompañamiento telefónico

Por fortuna, una vez más estamos demostrando como sociedad que cuando la necesidad aprieta, la solidaridad se hace aún más patente. Los datos hablan por sí solos: de 355 voluntarios con los que contaba Harena antes del COVID-19 han pasado a 721. Gracias a esto, 793 mayores están beneficiándose de esta labor que realizan los voluntarios desinteresadamente.

Angélica Moreno nos cuenta cómo están viviendo los mayores este confinamiento con los voluntarios al otro lado de la línea telefónica y nos habla sobre la labor que desarrollan y la solidaridad de los malagueños participantes.

¿Cómo ha afectado el Covid-19 a vuestros programas con los mayores?

Se han reforzado. Hemos convertido estos programas en acompañamiento telefónico y en gestiones de compra de medicamentos y comida. Los mayores suelen hacer pedidos pequeños y los comercios no pueden, en ocasiones, hacerles llegar la compra al domicilio ese mismo día por la lista de espera o porque no alcanzan el pedido mínimo.  Nosotros tenemos voluntarios que hacen estas tareas diariamente.

Teléfono de la Soledad de los Mayores de Diputación: 900 92 30 92

Todos los mayores que están solos se están beneficiando ahora de un seguimiento diario o a días alternos –mientras que antes era semanal– de seguimiento telefónico.

Colaboráis con la Diputación de Málaga, ¿cómo funciona esto?

La Diputación puso en marcha el llamado Teléfono de la Soledad de los Mayores (900 92 30 92). Esta línea nos deriva los casos de mayores con esta necesidad para que le asignamos un voluntario.

¿Cómo llegan los mayores, además de por este teléfono de Diputación?

Nos están llegando por el teléfono de la fundación, el 951 777 001, y algunos pocos por mail. El Ayuntamiento de Málaga también nos deriva algunos casos.

Un voluntario con un mayor en uno de los seguimientos previos al confinamiento

¿Cualquier persona mayor puede beneficiarse de este servicio?

Los mayores que llaman reclamando compañía telefónica es porque realmente las necesitan, no se les filtra. Sí que se les hace una serie de preguntas para conocer la situación de la persona, si tiene algún problema físico o psicológico, para asignarle un voluntario que pueda atenderle bien y que cuente con recursos suficientes para favorecerle. Este filtro lo seguimos siempre, de lo contrario no tendríamos resultados positivos.

«Las llamadas de estos mayores van más del simple acompañamiento»

A los voluntarios sí se les hace una entrevista telefónica, le damos formación y les hacemos un seguimiento semanal. Suelen ser adultos, muy poca gente universitaria. Las llamadas de estos mayores, a día de hoy, van mucho más allá del simple acompañamiento; se trata de ayudarlos con problemas y resolverlos. Por eso es importante tener cierta experiencia de vida para animarlos y, además, servir de apoyo a sus problemáticas.

 

¿Qué lectura sacáis tras 12 años de experiencia sobre la soledad en la que viven muchos mayores?

Ha ido a muchísimo más. Cada vez hay más personas que sufren esta soledad, es una necesidad que cada vez más tienen más personas. Pero aquí estamos para tenderles una mano, ayudarles y que no se sientan solos.

¿Recuerdas algún caso especialmente emotivo?

Todos los casos son positivos. En este momento, no solo el voluntario se involucra con el mayor, sino que se extiende a toda la familia: si es una mujer, se unen el marido, los hijos… De ese modo, las llamadas son mucho más animadas y positivas para el mayor. Todos los que ahora están hablando por teléfono están deseando que todo esto acabe para poder conocerse físicamente. Esto está generando unos lazos y amistades que son impresionantes.

«Todos los que ahora están hablando por teléfono están deseando que todo esto acabe para poder conocerse físicamente»

Creo que es una manera de fomentar la amistad y todo lo bueno que tiene la gente. Esto es más que atender la necesidad de alguien, es ir más allá y desarrollar relaciones de afecto. Está siendo superpositivo.

Una voluntaria con una mayor en uno de los seguimientos previos al confinamiento

Tras la subida en el número de voluntarios y todo lo que estás viendo, ¿crees que esta experiencia nos va a cambiar a todos o cuando esto acabe todo volverá a ser como antes?

No creo que esto se olvide, al revés. Esto va a ser un avance muy positivo en la solidaridad que ya existe. Van a aumentar mucho los gestos desinteresados de las personas.

«Las relaciones intergeneracionales se van a fomentar muchísimo más cuando todo esto termine»

Por otro lado, las relaciones intergeneracionales se van a fomentar muchísimo más cuando todo esto termine. Creo que la soledad de los mayores se va a paliar muchísimo cuando esta crisis acabe porque la sociedad está siendo muy sensible con lo que está, por desgracia, pasando con los mayores durante estas semanas y estamos todos muy pendientes de este colectivo, muy olvidado en ocasiones.

Nunca son suficientes las personas cuando se trata de ayudar a los demás. Más aun cuando se trata de una labor tan bonita y reconfortante como esta. Lo más valioso que alguien puede regalar es su tiempo, por eso desde aquí agradecemos a todos y cada uno de los voluntarios que destinan parte de su tiempo a hacer sonreír a otros.

Fotografías cedidas por la fundación | Redacción: Pablo Navarrete

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