No es un secreto que España ha sido y es uno de los países más afectados por el coronavirus. Aquí las medidas han sido estrictas. La cuarentena obligatoria y el cierre de, prácticamente, todos los negocios ha cambiado nuestras vidas por completo. La población española divide su preocupación entre el riesgo de contagio y la crisis económica, pero ¿qué sabemos del resto de países?
Obviamente, cada circunstancia necesita una respuesta distinta y, como es lógico, no todos los países han tomado las mismas medidas. Hemos hablado con jóvenes que se encuentran en diferentes países del mundo y que son, quizás, un reflejo de cómo se está viviendo esta crisis a nivel mundial.
Mihai Popinciuc. Rumanía
Mihai Popinciuc o “Popi” es un chico rumano de 22 años. En su país suman ya 13.163 infectados, 4.869 curados, y 709 muertos. Popi asegura que “el gobierno está tratando de implantar la distancia social teniendo a la policía y al ejército en las calles«.
«He recibido en casa mascarillas y gel antibacterial»
«Si no tienes una razón para estar fuera de casa como, por ejemplo, cuidar a otros, comprar comida, ir al trabajo o a la farmacia, por ejemplo, te pondrán una multa importante. Además, necesitas un papel para demostrar la razón por la que estás en la calle. Yo he recibido en casa mascarillas y gel antibacterial. Además en algunas ciudades, donde el COVID-19 está haciendo más daño, el ejército está tomando la gestión operativa de los hospitales por la ineptitud del equipo anterior”, explica.
Popi se muestra especialmente preocupado por la situación económica: “Mucha gente aún cobra el 75% de su salario y otros han sido despedidos por el virus; no tienen un futuro cercano y tienen hijos que alimentar. La lucha entre ellos y la policía ha comenzado en algunos barrios marginales, así que espero que se solucione pronto”.
Christoffer Birgestam. Suecia
Suecia, tiene diagnosticados 22.317 casos, 2. 679 muertes y 1.005 recuperados. Christoffer, de 23 años, nos explica que en Suecia las medidas no son tan restrictivas como en otros países: “Aun podemos salir a la calle e ir a comprar pero hay que pensar en todo el mundo y en tu propia seguridad». Él está trabajando desde casa pero hay mucha gente que se mueve a diario para seguir acudiendo al trabajo.
Cuando nos habla de medida gubernamentales, explica: “Han declarado que todo aquel que se encuentre enfermo debe quedarse en casa y no visitar a ninguna persona mayor. Además, debemos guardar distancia entre nosotros y lavarnos continuamente las manos”.
«Hay que pensar en todo el mundo y en tu propia seguridad»
Que los suyos enfermen es su mayor temor: “Lo que más me preocupa es la salud de mi familia, no quiero que nadie muera. Pero, por supuesto, me preocupa todo el mundo y sobre todo los ancianos que no pueden ver a nadie y están pasando esto solos”.
Tim Veenstra. Países Bajos
Tim, desde los Países Bajos, donde alcanzan los 40.769 diagnosticados, 5.056 muertos y solo 138 recuperados, nos explica en que consiste el “intelligent lockdown” bajo el que se encuentran y cómo lo está viviendo él: “Aún podemos hacer muchas cosas, las tiendas están abiertas y la economía no se está viendo tan afectada como si tuviésemos un cierre completo. Pero por supuesto, hay reglas, no puedes estar en un grupo de más de tres personas en la calle o podrían multarte. Además no puedes estar a menos de 1.5 metros de distancia de otras personas«.
En cuanto a su situación personal, Tim está gestionando bien su tiempo: «Yo ahora mismo estoy haciendo unas prácticas y puedo trabajar desde casa. Además de eso, voy a montar en bicicleta, estoy jugando a muchos videojuegos y, a veces, veo a algún amigo, porque aquí está permitido. Pero aun así estoy intentando evitar el contacto con las personas todo lo que puedo. Mucha gente aquí está adaptándose a la situación, mis abuelos por ejemplo, prácticamente se pusieron en cuarentena voluntaria porque son vulnerables al virus, pero otros aún salen a la calle con normalidad con la familia cuando hace sol”, concluye.
Lidia Ruíz. Australia
Nos movemos ahora hasta la otra parte del mundo, y hablamos con Lidia Ruíz, una Española de 21 años a la que esta crisis le ha pillado viviendo en Australia.
«Espero volver a España antes de que caduque mi visado»
Australia cuenta únicamente con 96 muertos y, aunque tienen 6.823 infectados, la suma de los recuperados ya va por 5.863. Lidia explica que allí viven un “semi lock down”, es decir, “están cerrados aquellos negocios que no son considerados de primera necesidad y se puede salir de dos en dos para hacer compras esenciales y para hacer ejercicio. Además se cerraron las fronteras con Asia en enero y en marzo se han cerrado fronteras al resto del mundo, también entre los diferentes estados”, cuenta.
Lidia ha perdido su trabajo por culpa de esta crisis y asegura que su máxima preocupación es “no poder volver a mi casa ya que no hay vuelos comerciales y los que hay se cancelan a última hora y, en muchos casos, el mismo día. Por todo esto, muchos españoles se quedan tirados en aeropuertos a mitad de camino. Además muchas compañías no devuelven el dinero o lo devuelven en cupones. Mi visado termina en junio y espero haber vuelto a España para entonces, ya que si no es así, estaré de forma ilegal en el país porque no se están concediendo visas debido a esta situación”.
Jasmin (Chieh Tsai). Taiwan
En el continente asiático hemos contactado con Chieh Tsai o en su forma europea, Jasmin, una taiwanesa de 24 años. Aunque pueda ser sorprendente, en Taiwan únicamente se tiene noticia de 6 muertes, 436 casos diagnosticados y 322 recuperaciones.
Jasmin afirma que su vida no se ha visto muy alterada: “Yo soy una diseñadora freelance y trabajo en casa normalmente, así que el virus no ha cambiado mucho mi vida y mucha gente está como yo. Aquí los colegios y las compañías siguen su trabajo normal y no se han suspendido. Pero las empresas de servicios, como los restaurantes, los bares, los clubs, hoteles y agencias de viajes han sufrido lo peor del virus, muchas personas que trabajan en estos sectores han perdido su trabajo desde que muchas tiendas y restaurantes han cerrado”.
«Aquí los colegios y las compañías siguen su trabajo normal»
Jasmin Explica que el Gobierno de Taiwan ha puesto en marcha más de 130 políticas de prevención de pandemias: “Estas políticas incluyen controles fronterizos y cuarentena obligatoria. Los que vuelven de otros países tienen que estar aislados durante 14 días. Las personas que han dado positivo tienen que estar en tratamiento en el hospital, y los que tienen posibilidad de estar infectados tienen que estar en un sitio especial para la cuarentena. Cualquiera que rompa la ley de cuarentena puede tener una multa de entre 600€ y 30.000€«.
Por otro lado, el plan de racionamiento de mascarillas hace que sean justa e igualitariamente distribuidas, ya que cada persona puede comprar 9 mascarillas cada 14 días por 1.5€. «La gente no puede coger el transporte público sin llevar mascarilla y el Central Epidemic Command Center of Taiwan convoca una rueda de prensa todos los días para compartir la nueva información con la población”. A pesar de todas estas medidas, a Jasmin le preocupa la propagación comunitaria del virus y sobretodo la salud de los amigos que tiene en el extranjero.
Rachel Nowak. EEUU
Por último, aterrizamos en los EEUU, donde las cosas han empeorado mucho desde que comenzó la pandemia. A día de hoy, Estados Unidos es el país más afectado por el COVID-19 y ya lleva 1.158.041 contagiados, 67.682 muertos y 180.152 recuperados.
«Si crean una vacuna, ¿servirá? La incertidumbre es terrorífica»
Desde Michigan, Rachel nos dice: “En cada estado las medidas son diferentes. Aquí en Michigan el gobernador ha decidido que nos quedemos en casa hasta nuevo aviso. Todas las empresas que no sean esenciales deben estar cerradas, pero hay sitios de comida a domicilio que aún están abiertos. Si no tienes que salir de casa, no deberías hacerlo ya que pueden ponerte una multa de 500$ si te pillan en la calle sin ninguna razón”.
Para ella la mayor preocupación es la vuelta a la normalidad: “Si volvemos, ¿será “normal”? Seguramente creen una vacuna pero probablemente no habrá conciertos, bares, eventos deportivos, o cualquier otra gran aglomeración. Además, ¿servirá la vacuna? La incertidumbre es terrorífica”.
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A pesar de que en cada país la situación es distinta, las preocupaciones que tenemos son compartidas. La incertidumbre, el temor al contagio y un futuro no definido aterrorizan a muchos y es que, de momento, no sabemos muy bien que va a pasar. Sin embargo, poco a poco vamos viendo mejoras, que esperamos que continúen y pronto podamos volver a esa “normalidad” que muchos ansían y de la que todos hablan.