El espacio es el mayor lujo del siglo XXI, y la clave de un buen interiorismo hoy en día radica en un uso eficiente de los metros cuadrados de los que disponemos y en encontrar formas de incrementar el sentido de espacio. En La Albaida llevamos muchos años creando espacios y diseñando interiores para que den sensación de mayor amplitud. Si tienes alguna habitación en casa y quieres que parezca más grande puedes seguir estos sencillos consejos.
1.- Estudiar con detalle la distribución
Tanto si vamos a desarrollar un proyecto integral para toda la vivienda, como si diseñamos sólo alguna de las estancias, lo primero es estudiar con detalle la distribución. Determinar las proporciones correctas y los volúmenes justos de las distintas piezas del mobiliario que intervendrán en el proyecto y que posteriormente seleccionaremos, es fundamental para un resultado final acertado.
Errores muy comunes que se suelen cometer son emplear muchas piezas pequeñas en vez de pocas e importantes, alfombras demasiado pequeñas que reducen visualmente el espacio, y sobre todo, dejar zonas de tránsito muy angostas. La vivienda no puede ser una carrera de obstáculos si queremos dar sensación de amplitud.
2.- Unidad
Otro elemento importante a la hora de potenciar la sensación de espacio es la unidad, establecer un sentido de coherencia en una secuencia de habitaciones o en una estancia en sí, no mezclando diversos estilos o detalles demasiado llamativos. La casa se debe percibir como un todo. Muchas personas aún van creando su hogar por etapas o fragmentos. Es importante tener una idea coherente sobre el conjunto global, antes de ponerse a comprar un sofá aquí y una pantalla por allá.
Aparentemente la gente se divide en dos grupos distintos, uno que adora la acumulación de objetos y otro que la detesta. Cualquiera que sea el grupo al que pertenezcas, lo que en verdad cuenta es tu propia convicción. Pero si tu objetivo es potenciar el espacio, ten en cuenta esta “regla de oro” que William Morris formuló hace más de cien años: “No guardes nada en tu casa si ignoras si va a resultarte útil o si no lo consideras hermoso”.
3.- La Luz
Y por último, el otro elemento fundamental es la luz: buscar formas de potenciar la natural, y filtrar, dirigir y modular la artificial para conseguir contraste y variedad.
La luz natural se potencia con cortinas ligeras, semitransparentes, en tonos crudos o blancos rotos, que casi se confundan con las paredes claras y no impongan una barrera con el exterior, sino que busquen la conexión.
Cuando cae la noche, por lo general los españoles tendemos a iluminar en exceso. Probablemente, como nuestros días son muy luminosos, al anochecer pretendemos mantener la misma intensidad lumínica. En cambio en centroeuropa, con sus días más grises, encontramos una iluminación nocturna mucho más delicada. El contraste y los claroscuros que se generan con la iluminación indirecta y sutil potencia mucho más la sensación de espacio que la iluminación cenital excesiva.
En definitiva, todas y cada una de las casas tienen su potencial, si se sabe encontrar. El interiorismo consiste en poner énfasis en lo positivo para lucir las características agradables, y crear una sensación de armonía y comodidad.
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