«La soledad no es estar solo, es estar vacío» decía en el siglo I Séneca. Y ahora veinte siglos después quizás el concepto de los hombres de soledad radique en estar simplemente solos y para la mujer sentirse vacías en una “soledad” acompañada.
Me gustaría pensar que es un sesgo de lo que me cuentan, pero dramáticamente ahora se está revelando esta triste realidad en las parejas que pululan por este mundo de corazones estrangulados por la elección de la pareja ante una “erección” de emociones y sentimientos que ocurrió antaño. Donde se olvidó aquello de no tomar grandes decisiones secuestrados por un estado emocional y máxime si éste es una enajenación mental transitoria como el enamoramiento.
«El confinamiento obligado está siendo una revolución para muchas parejas»
Y ahora con el confinamiento obligado está siendo una revolución para muchas parejas. Estamos asistiendo a una experiencia extraordinaria a nivel individual, social, familiar y de pareja debido a la pandemia producida por el COVID-19 y la medida impuesta de permanecer confinados en casa por un tiempo prolongado. Son muchas las consecuencias derivadas de este confinamiento y las relaciones de pareja se están viendo afectadas en muchos niveles con los días que llevamos de “encierro”. Venimos en su mayoría de pasar sólo horas al día juntos, invirtiendo cada uno la mayor parte de sus horas en sus quehaceres y algún tiempo del día en la relación de pareja, ahora de manera no elegida hay que estar 24 horas confinados juntos, obligadamente juntos y revueltos.
Lo que hace que poco a poco se vayan revelando las carencias de nuestra vida en pareja. La realidad tangible del “ya no te aguanto más”, la frustración evidente de que “no tenemos nada que ver” y la dolorosa constatación de que “no me comprende”. Sumado a todo ello el encapsulamiento de la libido después de tanto fingirnos los deseos y de vernos ahora con lívida presencia.
«Cada pareja es un mundo y ese mundo se quedó confinado»
Ciertamente, cada pareja es un mundo y ese mundo se quedó confinado. Están aquellas que querrían estar juntos, pero que les ha tocado pasar la cuarentena en hogares separados y aquellos que están juntos, y que, aunque lo agradecen, también necesitarían separarse un rato. Sin embargo, hay un tercer caso mucho más complicado: parejas agotadas y rotas que estaban decidiendo separarse y que se ven obligadas a vivir bajo el mismo techo 24 horas, 7 días a la semana.
«Esta creciente tensión irá provocando más obstáculos si cabe»
El principal problema, en estas últimas, es la tensión que existe ante el deseo profundo de vivir separados y que ahora mismo no resulte posible. De esta forma, resulta habitual que la tensión se haga algo cotidiano, falle la comunicación y el diálogo, aparezcan dificultades para las tareas necesarias en el día a día, las malas maneras y los desaires se conviertan en lo común. Esta creciente tensión irá provocando más obstáculos si cabe. Como consecuencia de ello aumenta el estrés y los problemas psicológicos derivados de ello: alteraciones del sueño, ansiedad, mal humor y tendencia a ver todo de manera pesimista. Y el problema grave será que estas situaciones tiendan a cronificarse y normalizarse después de tantos días confinados y revueltos. Y las consecuencias no son solo para la pareja como ente global, sino que también puede haber una factura emocional a nivel individual, sobre todo si ambas personas no se encuentran en el mismo punto.
«La persona que no sigue enamorada y puede sentirse presionada»
Si uno de los miembros de la pareja, normalmente él, sigue queriendo estar en la relación puede experimentar un intenso sufrimiento y malestar debido a las inseguridades e incertidumbres, y esta situación se puede alargar alimentada por las esperanzas de conseguir revertir la situación con comportamientos forzados. Al mismo tiempo que se da la otra cara de la moneda en la persona que no sigue enamorada y puede sentirse presionada o agobiada por la situación. Incluso si ambos parecen estar de acuerdo en la separación, la situación de “limbo afectivo-sexual” puede generar una gran ansiedad y un estado de ánimo negativos, puesto que no consiguen seguir adelante con sus vidas para poder rehacerse emocionalmente.
«Este coronavirus ha puesto la posible separación de muchas parejas en pausa»
Con lo que este coronavirus ha puesto la posible separación de muchas parejas en pausa. En una pausa insoportable a medida que pasan los días, un encierro parado en un tiempo que se nos va. Testigos de este encierro son las cajas de recuerdos, media vida en cada intento y la otra media cogida con pinzas de un duelo tan largo que al final se convirtió en una manera de habitar la vida. (Si has llegado hasta aquí te recomiendo que mientras sigues leyendo te pongas la canción “Cuarteles de Invierno” de Vetusta Morla https://youtu.be/IAaGFLWQQjw). Por mucho que vuelvo/no encuentro mis recuerdos/los busco, los sueño/lo propio ya es ajeno/cayeron los bordes/y el vaso ya está lleno/y ahora sólo intento vaciar /sólo necesito despegar/fue tan largo el duelo/que al final casi lo confundo con mi hogar.
«Parece posible trabajar la pareja incluso cuando está rota»
Bien, pues al igual que es posible trabajar la pareja para evitar que ésta se rompa, parece posible trabajar la pareja incluso cuando está rota para hacer la situación lo más llevadera posible. No hay que olvidar que no se trata de dormir con el enemigo, sino con la que era nuestra pareja hace no tanto. Así, aunque en este momento estén más vivos que nunca los conflictos que han llevado a la ruptura, es necesario hacer un ejercicio interno para recordar que, aunque ya no queramos estar con esa persona, ha sido alguien muy importante en nuestra vida y hemos compartido cosas positivas.
Es por ello que, en esta situación obligada e inevitable, es importante ser realista y tener en cuenta que o se planifican bien las cosas, o todo puede acabar siendo un desgaste aún mayor. Lo más importante es que ambos miembros de la relación detallen lo máximo posible cuáles van a ser las normas de convivencia durante el confinamiento, ya que es muy fácil volver a la tendencia de pareja que se tenía anteriormente (y que seguramente tenga que ver con los motivos por los que se separan). Por eso, otro punto fundamental es tener claro cuál es el papel de cada uno en esa convivencia, respetar los espacios personales, bajar los niveles de tensión, el respeto y la tolerancia… son cosas muy importantes para que la convivencia sea lo menos dolorosa posible. Para que todo esto sea factible y no se convierta en una forma de hacer daño al otro, no hay que olvidar ser generosos y empáticos, evitar hablar de los errores pasados de la relación, reproches y ayudarse en lo posible para salir lo más cordialmente de este confinamiento lo que asegurará una amistosa separación.
«Otro punto fundamental es tener claro cuál es el papel de cada uno en esa convivencia»
«Estás atrapada en una relación que esta agotada»
Por otro lado, para algunas creo que podría ayudar el que de alguna manera acepten una realidad ineludible, pero huidiza. Como ya has dilucidado en alguna ocasión estás atrapada en una relación que esta agotada, que vuestra evolución ha sido diferente, que vuestras necesidades ahora son diferentes. Estáis en un nivel básico de cubriros las necesidades materiales mutuas, pero las necesidades afectivas, emocionales, sexuales y espirituales no se cubren. Hay que reconocer esto, y que esto te ayude a convencerte de que no hay que esperar al tiempo, que no se trata de cambiar al otro, que no puedes desgatar tu energía en cambiar la forma de estar de la otra persona (y no me refiero a su personalidad, que también sería difícil, sino a la imposibilidad de que tengáis ideas, valores y creencias comunes). No lo dudes, es lo que te deja ese vacío y esa soledad de donde brota tu angustia existencial. No reconocerlo y toda resistencia no haría más que neurotizarte aún más a ti y dejarte bastante vulnerable a la manipulación ajena. ¿Realmente te mereces estar en una relación así? Y te soy franco, tú eliges eso y quizás también habría que elaborar qué es lo que te hace elegir una relación así…
» ¿Realmente te mereces estar en una relación así?»
Con todo, entiendo que tu motivación de oportunidades, conciliación y aguante hayan sido tus hijos, tus miedos, tus dependencias, tus expectativas de cambio, etc. Pero esas motivaciones realmente no forman parte de una relación sana, equilibrada y divertida. El verdadero amor, acepta el pasado sin juzgar, vive el presente sin señalar y sueña el futuro sin cambiar. Eso hace que se dé la mejor de las relaciones en pareja en la que el amor por cada uno excede la necesidad por el otro.
«La libertad también consiste en saber liberarse de la rabia»
Y ahora confinada tendrás que ser emocionalmente inteligente. Si te dejas arrastrar por el resentimiento será un mal para ti misma…la libertad también consiste en saber liberarse de la rabia, la razón y los reproches pasados. Al final la libertad estará muy unida a ese criterio y a y a la persona con la que vives para no quedarte encerrada en pretender cambiar lo que no se puede cambiar y que tú elegiste. Por eso, no puedes permitir que nada ni nadie cambien tu manera de ser, y no te empeñes por las expectativas a que el otro siga tu mismo camino y evolución…piensa que cada uno tiene su ritmo de duelo por lo que está pasando y por supuesto el derecho a pataleo… pero eso nosotros no lo podemos cambiar…tan sólo no ser parte del problema y seguir siendo la solución.
«Gasta tu energía en autocuidarte, en buscar tu calma»
Ahora en el confinamiento, debes salirte de esas “luchas de poder”, me refiero a huir de toda situación que encienda mecha, tienes lo que tienes, con lo cual no pretendas que él comprenda otra realidad. Ahora no es el momento de reproches, resentimientos y demás. Sinceramente creo que lo que más te va a ayudar es a cambiar lo que corresponde a tu parte, porque lo demás está fuera de tu alcance. Gasta tu energía en autocuidarte, en buscar tu calma, en ilusionarte con tu música, en leer y leerte, en hacer tu deporte, en sentirte bien en definitiva. Los que te quieren se merecen que tú estés profundamente serena en tu interior, y eso sí que depende de ti esencialmente. No nos afectan las cosas, sino que lo que nos afecta es lo que nos decimos sobre ellas.
Ahora es el momento de buscar tu personalidad, tu fuerza, para que tu ternura y tu dulzura no se vean manipuladas por la tormenta emocional del otro (que es su manera de reaccionar a la crisis, que es infantil y poco resiliente, pero es su manera). Ahora es el momento de que la serenidad inunde tu cuerpo y puedas pensar con claridad, te refuerces en ponderar lo que no tienes y encontrar la liberación en el futuro para tu vida. Esa debe ser la línea, nos te vayas a la línea de la discusión de «poder» y de «razón» porque eso os autodestruirá y será mucho más tóxica la relación ahora y dificultosa la posterior separación.
Para evitarlo, también hay que saber apreciar este confinamiento como una oportunidad más para despertar de la conformidad. No hay nada como pasar más tiempo juntos para reafirmarte que realmente es muy poco lo que tenéis en común o si ya, por todo, hay un conflicto. Y sí, ahora la complejidad se acentúa; como la gran mayoría se han de afrontar problemas de convivencia extraordinarios, derivados de pasar más tiempo juntos, del hecho de que uno esté teletrabajando y el otro no tenga nada que hacer y, obviamente, todo ello con el añadido de que la tensión y los cambios de ánimos son constantes. La diferencia es que en el resto de parejas se presupone la intención de querer estar bien el uno con el otro y se cuenta con esa persona también como una compañía y un apoyo. Algo que es más difícil cuando el vínculo de esa pareja se ha roto. Pero no es algo imposible.
«Ni tampoco os podéis negar que os queréis u os habéis querido»
Creo que después de tantos años juntos y después de vivirlos juntos, y de lo que os habéis querido… la afabilidad, el buen rollo y la cordialidad deben ser la norma, deben ser lo que dirija vuestra relación ahora…incluso el cuidado mutuo… desde el cariño… el cariño no se le niega a nadie, ni tampoco os podéis negar que os queréis u os habéis querido (el roce hace el cariño). Te ayudará encontrar tu oasis, búscate tu espacio para estar tú, para hablarte a ti, para acariciarte y serenarte a ti misma. No se quede limitado tu tiempo al hogar e hijos, busca tus espacios para el reencuentro contigo misma, escribe lo que sientes, sácalo de dentro de ti, y también te ayudará el perdón desde la comprensión de ti misma, de él y de los demás. Sólo así recuperarás tu fuerza, tu voluntad y tu energía para lo que realmente importa que es hacer la vida que tu quieras hacer a partir de la salida del confinamiento.
«Hay que intentar hacer algo agradable hacia el otro»
Y recordando que hubo tiempos mejores y que esa persona ha sido importante en nuestras vidas, no está demás entender que también lo está pasando mal en esta situación. Eso pasa por tener un gesto positivo de vez en cuando para destensarnos. Aunque nos cueste y no nos salga natural, hay que intentar hacer algo agradable hacia el otro. Esto nos hará sentir mejor a los dos. Cosas tan sencillas como agradecer una comida, comprar su bebida favorita o hacer alguna tarea si el otro está cansado o trabajando, pueden conseguir que la convivencia sea más agradable y llevadera.
«El confinamiento está ayudando a regenerar vínculos que estaban muy apagados»
No obstante, este confinamiento no sólo ha traído la confirmación de parejas rotas, también hay parejas que en este tiempo han sido capaces de darle otra perspectiva a las cosas, y que han decidido darse una segunda oportunidad. También el confinamiento está ayudando a regenerar vínculos que estaban muy apagados. Casos en los que la relación estaba muy distanciada y fría, que compartían pocos espacios. En estas situaciones el estar juntos está ayudando a generar nuevas dinámicas positivas y a despertar emociones dormidas. Quizás estos casos sean los menos, pero saber que existen hace pensar que quizás llevarnos bien, incluso en estos días, no sea una tarea tan imposible como parecía, aunque tengamos ya claro que nuestra pareja no tiene arreglo.
En fin, no reprimas tus emociones, pero tampoco las utilices para la convivencia porque será una manera nociva de expresarlas. Búscate la auto-empatía, no la pretendas en el otro si carece de ella, ni siquiera la reclames. Comprender todo esto te ayudará. Desgraciadamente él necesita expresar esos tormentos de esa manera, hay que salirse de esa tormenta, es suya, no vas a poder gestionarla tú y por eso debes evitar que una improductiva ventilación emocional contribuya a huracanarse la situación.
Quizás te ayude a ventilar emociones de manera más sana el escuchar ahora esta canción que te sugiero: https://youtu.be/egxK3ArGtRM
Respira y sigue, sigue tu evolución, sigue tu vida y surgirán tus decisiones desde tu resiliencia y nunca desde tus miedos, tus dependencias y tu vulnerabilidad.
Por eso como ves, la pauta general que te doy es que te centres en tu corazón y no en tu razón. Ahora más que nunca el corazón es lo que nos va a salvar a todos de no seguir viviendo razonablemente conformados con lo que elegimos e insatisfechos con lo que ahora elegimos.
Si has llegado hasta aquí, quiero que sepas que he escrito este artículo con el profundo deseo de que la despedida sea con algo de la dulzura y ternura que se dieron en los comienzos.
Y si la situación te supera, no olvides que en estos días confinados estoy a tu disposición para acompañarte con psicoterapia online si ves que la precisas y necesitas desahogar razones y ventilar emociones.
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