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El CAC Málaga expone más de diez años de creaciones de Leiro

El CAC Málaga expone más de diez años de creaciones de Leiro

El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga expone Leiro, una muestra que reúne más de 40 obras entre esculturas y dibujos del artista gallego. Comisariada por Fernando Francés, en ella encontramos esculturas como una alegoría de la vulnerabilidad y la fragilidad humana. La realidad pasa a ser una ficción más: una construcción de las personas, donde Leiro ejecuta un juego de ambivalencia entre el lenguaje literal y el figurativo.

 

El CAC Málaga muestra sus obras escultóricas realizadas en madera, entre las que podrán verse, alegorías a El Quijote, la estatua de un dios de más de tres metros, figuras antropomorfas o escenas relacionadas con la masacre de Alepo, Siria.

Para Fernando Francés, Francisco Leiro “es claramente uno de los firmes ejemplos de cuando el arte es compromiso con la vivencia y el pensamiento autobiográfico. Leiro se compromete, se empapa de la realidad, de las masacres, de las injusticias, de los asesinatos, de la desmesurada violencia que existe para trasladarlo a sus esculturas, donde nos encontramos, queriéndolo o no, con la cruda realidad, personas muertas apiladas, inocentes que reciben palizas, trabajadores que recogen restos humanos del suelo, o limpian un desastre causado por los propios hombres”.

En la exposición encontramos varias obras de temática social, tratando las guerras, desastres o la violencia, entre otros. Para Leiro el arte es un compromiso con la vivencia y el pensamiento autobiográfico.

 

Forman parte también de la exposición, una serie de esculturas más surrealistas, antropomorfas. Madama, 2015, Cronos, 2013, Ponte, 2016, Moscón, 2015 y Mosquita, 2016, en estas, las figuras humanas se confunden con muebles, de una forma muy surrealista Leiro crea un miriñaque del siglo XVIII a Madama, 2015 gracias a una mesa, o una pierna a Cronos, 2013 con la figura de uno de sus hijos. Leiro lleva al límite sus esculturas, a la tensión del movimiento en sus cuerpos, pareciendo algunas desmayarse. El gallego, como si de un fotograma de una película se tratase, capta ese momento fugaz antes de que sus figuras pierdan el conocimiento.

La tradición gallega siempre ha estado muy ligada a la muerte, tienen su propio culto a la muerte, la viven con naturalidad. Hay procesiones de ataúdes, donde se encierran personas para celebrar la vida.

 

Otras obras singulares, esta vez colgadas en la pared, son las celosías que forman parte de la exposición.

Hasta el 7 de enero se puede visitar la muestra en CAC Málaga.

Fotografía: Agencia PuntoPress

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